La primera llamada entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, fue cordial, pero también dejó espacio para señalamientos por la histórica relación bilateral. Según informó la Casa Blanca, el mandatario estadounidense le expresó que trabajarán con China “cuando beneficie a los norteamericanos”.
De esta manera, Estados Unidos criticó la represión contra manifestantes prodemocracia en Hong Kong, por la que denunció un “genocidio” contra la minoría musulmana Uyghur en Xinjiang, y las amenazas a la soberanía de Taiwán.
“El presidente Biden subrayó sus preocupaciones fundamentales sobre las prácticas económicas coercitivas e injustas de Beijin, la represión en Hong Kong, los abusos de los derechos humanos en Xinjiang y las acciones cada vez más autoritarias en la región, incluso hacia Taiwán”, informó la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense “afirmó sus prioridades de proteger la seguridad, prosperidad, salud y estilo de vida del pueblo estadounidense, y preservar una región Indo-Pacífico libre y abierta”. El presidente Biden anunció ayer que conformará un grupo de trabajo para renovar la estrategia con China, que estará integrado por 15 miembros y tratará cuestiones vinculadas a la defensa, tecnología e inteligencia china, y alianzas y asociaciones de Estados Unidos en Asia.