Porque entienden que los 14 millones de pesos que habrían sobrado en el Servicio de Salud de la Legislatura es de los trabajadores que hicieron los aportes, es que la Asociación Única de Empleados Legislativos y Entes Afines de la Ciudad de Buenos Aires (AUPLEA) reclamó que "la administración actual debe abstenerse de disponer de un solo centavo de él".
"El dinero acumulado es de los trabajadores porque es parte de su salario, (…) por eso las autoridades de la Legislatura deberían arbitrar los medios para que este dinero sea restituido a sus legítimos dueños", afirmó el secretario general adjunto de AUPLEA, José Luis Akabani.
"Lo que aquí deberíamos preguntarnos -agregó- es qué sucede con el dinero aportado por los cientos de trabajadores transitorios que pasaron por la Legislatura y ya no pertenecen a ella, qué sucede con los otros servicios que debieron ser prestados y no fueron ejecutados ya que la prestación médica es sólo una parte de las obligaciones de cualquier servicio social".
"Es cierto que si ese dinero se hubiera gastado correctamente nadie podría reclamar nada pero éste no es el caso", indicó Akabani, quien catalogó al servicio prestado durante estos años como "pésimo".
"Un viejo aserto popular dice que, al momento en que se hace el arqueo de una caja, cuando sobra es porque falta -indicó el gremio-. Es cierto que no sabemos a ciencia cierta si hay algún faltante, pero lo que sí sabemos es que falta control tanto interno, de una auditoría interna, como externa, de la Auditoria General de la Ciudad".
"Es necesario señalar que la Auditoria General de la Ciudad realizó un informe preliminar con lo actuado hasta hace dos años, que nunca se publicó, y en el que además no existe una auditoría de la cuenta a través de la que se movieron sus fondos. Por lo que nosotros consideramos que nunca se auditó lo actuado por los distintos secretarios administrativos de la casa desde diciembre del ’97 hasta diciembre del ’03", concluyó el sindicato en un comunicado de prensa.