En la madrugada del miércoles un intenso olor que "hacía irrespirable el aire" fue percibido por varios vecinos de las zonas de Puerto Madero, Barracas, San Telmo y Constitución, sin que las autoridades del Gobierno porteño, ni de defensa civil pudieran comprobarlo.
En la Secretaría de Medioambiente de la ciudad se quedaron con los informes de Defensa Civil, que daban cuenta de no haber encontrado fuentes emisoras de gases tóxicos, al tiempo que afirmaban que sólo una persona había sido atendida en un hospital "pero por las emanaciones del incendio en una fábrica de alfombras de Avellaneda". Este hecho fue desvinculado de los primeros reportes.
Los vecinos dijeron a varios medios de prensa haber sentido "como si se tratara de un escape de gas", mientras que en Puerto Madero definían al olor como "una nube de azufre que venía del sur". Varios testimonios afirman que no es la primera vez que sucede algo similar.
Un portero de un edificio situado en la avenida Montes de Oca y California sostuvo que "empezó a sentirse como si se hubieran quemado cables, pero cuando al abrir las ventanas nos dimos cuenta que venía de afuera, como si lo trajera el viento desde la zona de Dock Sud", afirmó a un portal de noticias en internet.
Justamente es hacia esa zona donde apuntan la mirada las organizaciones ambientalistas, consultados por Noticias Urbanas. Un asesor de la diputada ecologista Lía Mendez se mostró preocupado por las demoras en la sanción y aprobación de la llamada "Ley del aire", un proyecto por el que se pretende dar un marco al monitoreo del medioambiente porteño.
"No es la primera vez que se perciben gases tóxicos provenientes del polo petroquímico de Dock Sud -dijo el asesor-. Hace un mes realizamos una manifestación frente a Repsol-YPF para que controlen la emanación de gases y aún no han dado respuestas".
Aunque existe concenso en la Legislatura para aprobar el proyecto de ley, no hay expertos en control ambiental asesorando a la comisión de Medio Ambiente. "Esto provoca que tengamos al proyecto frenado desde hace cinco meses", afirmaron en el despacho de Méndez.
La medida, estudiada incluso por el parlamento anterior, pero pasada al olvido por la falta de recomendaciones ténicas, es necesaria para que el Gobierno porteño implemente medidas, por necesitarse una norma regulatoria que sólo el parlamento de la ciudad puede sancionar.
Sin embargo, fuentes bien informadas aseguraron que es altamente probable que prospere la iniciativa, debido a que ya está disponible un préstamo de 28 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo. "Estamos jugando con fuego, no hay que ser un especialista para darse cuenta que la zona sur de la ciudad está en peligro constante de contaminación", aseguraron.