Con alrededor de un millón y medio de fojas digitalizadas en lo que va del año, el proceso de despapelización comienza a ser una realidad en el fuero Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo.
La justicia porteña continúa trabajando en el proceso de incorporación de nuevas herramientas tecnológicas y su implementación en pos de la dinamización de un mejor servicio de justicia que comienza a acelerarse, según publicó el medio iJudicial.
La puesta en funcionamiento de estas iniciativas digitales permiten acceder a la información en forma abierta, eficaz y segura, con todos los beneficios que acarrea la necesaria modernización, sumado al inestimable ahorro de tiempo de todos los actores involucrados en torno al procedimiento; y a su vez, la fuerte apuesta al compromiso ambiental basada en la política de evitar el consumo de papel, de aquí en adelante.
Tras el evidente progreso que representó tanto la validación de la firma digital, como de la firma electrónica; la implementación del Expediente Judicial Electrónico (EJE) empezó a abrirse paso en el día a día de la vida tribunalicia local, con un beneficio innegable para el conjunto de la ciudadanía que debe apelar a las tramitaciones judiciales. Un proceso dinámico de digitalización de expedientes comenzó a cambiar paulatinamente la fisonomía de los despachos judiciales, a partir de la puntual priorización de los expedientes en trámite desde noviembre pasado. Para la realización de ello, se habilitaron siete salas o islas en las distintas sedes donde funciona el Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de llevar adelante la tarea. En paralelo, se garantizaron todas las normas de seguridad e higiene laboral en el particular contexto que impuso la pandemia de COVID-19. Además, se estipularon plazos específicos con un tope máximo de cinco días hábiles para el desarrollo del trabajo comprometido; y se designaron responsables de control de calidad, para brindar todas las garantías en pos de una correcta y cuidada digitalización de los expedientes en cuestión.
Alrededor de un millón y medio de fojas fueron digitalizadas a la fecha. En el edificio judicial de Av. de Mayo 654, donde tienen su sede nueve juzgados de primera instancia, se digitalizaron más de 485 mil fojas; mientras que en Av. Diagonal Roque Sáenz Peña (Diagonal Norte) 636 , donde funcionan 12 juzgados se lograron digitalizar más de 473 mil fojas. En la sede de la calle Tacuarí 124, donde tienen sus oficinas tres juzgados de primera instancia, se digitalizaron más de 503 mil fojas; aquí también se llevó adelante toda la digitalización de tres de las salas de la Cámara de Apelaciones, ubicadas en Hipólito Yrigoyen 932, y las correspondientes a su secretaría general.
Puntualmente, en el análisis de los avances en cada uno de los juzgados, lidera el ranking el n.° 5, cuyo titular es Martín Converset, quien a la fecha lleva digitalizadas más de 179 mil fojas. En segundo lugar, el n.° 23, a cargo de Francisco Ferrer, con más de 163 mil fojas digitalizadas. Tercero, el Juzgado n.° 17 de Marcelo Segón, con más de 143 mil fojas; seguido por el n.° 16, de Martín Furchi, con más de 135 mil fojas; y el Juzgado n.° 9 de Andrea Danas, con más de 133 mil.
Consultado por iJudicial, el titular del Juzgado n.° 5, señaló que “el proceso judicial como lo conocíamos ha cambiado por completo”, y agregó que “el Covid-19 ha puesto sobre el tapete muchas de las falencias y cambios que el sistema de administración de justicia necesitaba”.
“Gracias al esfuerzo compartido de los agentes de cambio -magistrados, funcionarios, empleados e integrantes del Consejo de la Magistratura-, los actores del sistema judicial poseen diversas herramientas que han traído mejoras cualitativas en su labor diaria -notificaciones electrónicas, digitalización de expedientes, audiencias virtuales, trabajo remoto, etc-. No obstante, debemos tener presente que todos los avances pudieron lograrse bajo el mandato de la gestión eficiente de los recursos destinados a la función judicial”, añadió.
“Ante la crisis que atravesamos, es primordial planear, organizar, dirigir y fijar objetivos para atenderla posibilitando la optimización del uso de los insumos. El nuevo desafío es contar con jueces, funcionarios y empleados puestos al servicio para seguir afianzando la justicia en el marco de este nuevo paradigma”, subrayó Converset, quien encabeza el tribunal que más avances tuvo en este proceso.
Por su parte, la jueza Danas indicó que “si bien en 2019 se había comenzado con la firma digital, la pandemia trajo consigo el trabajo en forma remota y la consiguiente necesidad de acelerar el proceso de digitalización de los expedientes que hasta allí habían tramitado en papel”. Acerca del esfuerzo que ello implica, destacó que “es y sigue siendo grande, dado el volumen de causas que tiene nuestro fuero, sobre todo en términos de ejecuciones fiscales”. Consultada sobre el acontecer diario en su juzgado, agregó: “Venimos avanzando en forma sostenida con los amparos y ordinarios, y en un plazo no muy lejano tendremos la totalidad de ellos en formato digital. La digitalización de los expedientes supone un cambio sustancial en nuestra modalidad de trabajo y también una redefinición del perfil laboral de los agentes del Poder Judicial”.
“Todos debemos estar capacitados para trabajar en este formato, ya que prácticamente no habrá más tareas materiales. Es un desafío que todos estamos enfrentando con esfuerzo”, completó la titular del Juzgado n.° 9 .
“Estamos a poco de finalizar con la digitalización de todas las causas ordinarias y los amparos de ambas secretarías, en su mayoría a través de la Secretaría de Administración General y Presupuesto, gracias al esfuerzo conjunto de los recursos humanos de nuestro tribunal y de dicha dependencia, en el marco del Protocolo aprobado por el Consejo de la Magistratura, lo que nos ha ido permitiendo reanudar los plazos procesales y el trámite de la mayoría de los procesos”, destacó el juez Lisandro Fastman.
“Es inestimable la ayuda de dicha oficina para acortar los plazos de esa enorme tarea que implica la despapelización de miles de juicios en trámite, por lo que aquí mi reconocimiento al equipo de lidera la Dra. Genoveva Ferrero», recalcó el titular del Juzgado n.° 14. “El expediente electrónico y la firma digital nos permitieron continuar con nuestro trabajo en pandemia en forma remota, y suponen un cambio radical en la manera de abordar la tramitación de los procesos, por lo que es indispensable la colaboración de todos los operadores jurídicos del sistema, como así también readecuar los recursos del tribunal, a partir de las nuevas funcionalidades disponibles. Nuestro objetivo es poder finalizar cuanto antes esta etapa de digitalización, para trabajar sobre el 100% de los juicios radicados en el juzgado”, concluyó el magistrado que -por estas horas- lleva digitalizadas alrededor de 100 mil fojas.
Para el titular del Juzgado n.° 16, se ha hecho un muy buen trabajo en el tema digitalización. “Hemos logrado cumplir con el envío de expedientes a la oficina de digitalización. Y cada vez que tuvimos la posibilidad de pedir un turno para hacerlo, allí lo hicimos; además, personal del juzgado se ocupó de escanear todos los expedientes que pudimos; que fueron muchos, por suerte”, relató el juez. “Tratamos de concretar el objetivo de tener digitalizados todos los ordinarios y amparos de las dos secretarías. Ese es el primer objetivo y estamos cerca de lograrlo: para luego, eventualmente continuar con las ejecuciones fiscales, que no están totalmente digitalizadas”, añadió.
“Desde un principio me pareció que era la tarea principal, y que de esa manera se puede trabajar en modo remoto. Las personas pueden hacer teletrabajo y no es necesario que haya personal, o al menos muchos agentes del Juzgado trabajando allí”, continuó su relato. “Usamos la feria para escanear, los empleados y funcionarios del Juzgado que fueron durante la feria, en mayor medida lo que hicieron fue escanear expedientes. Veníamos bien con el despacho y por ende, pudimos usar el tiempo valioso de enero para escanear. Y hoy nos quedan todavía algunos expedientes ordinarios por escanear; creo que vamos en el camino de próximamente tener digitalizados todos los amparos y todos los ordinarios y medidas cautelares”, sintetizó Martín Furchi.
Por último, para el juez de primera instancia Francisco Ferrer, el proceso de digitalización de expedientes en trámite comienza a ser valorado como “un avance fundamental en la historia del fuero”. “Entre sus principales virtudes, hizo posible asegurar la prestación del servicio de justicia durante la pandemia que atravesamos. Se trata, no obstante, de un proceso en desarrollo que debió adaptarse a las necesidades imperantes con los recursos existentes, razón que explica sus posibles imperfecciones”, agregó. “Finalmente, es necesario destacar el compromiso del personal de los juzgados que asumió en forma temprana la tarea, permitiendo que institucionalmente se generaran los instrumentos para dar una respuesta al desafío”, completó el titular del Juzgado n.° 23 en diálogo con dicho medio especializado.