Lucas Romero es analista político de la consultora Analogías. En el año electoral, investiga a diario la percepción ciudadana del gobierno nacional y los principales hechos políticos de la agenda pública. En esta entrevista se refirió a la imagen sobre las altas cifras de pobreza, la economía, el manejo de la pandemia, la seguridad y la Justicia.
¿Influye en la percepción de la ciudadanía sobre el Gobierno el dato del 42 por ciento de pobreza?
Todos los datos de la coyuntura que alimenten la percepción que la gente pueda tener sobre el rumbo económico influyen en la dinámica política. Y un dato como éste es muy negativo, porque no invita a pensar que la Argentina está en la senda del desarrollo, como dice la comunicación oficial. Si entramos en tecnicismos, el análisis te invita a mencionar la pandemia como factor explicativo, pero si analizamos cómo interpreta el dato la gente, lo hace desde un costado negativo.
¿Cuánto influye la economía y cuánto el manejo de la pandemia, en estas elecciones?
Nunca es fácil tratar de explicar un proceso electoral desde un único factor. Hay tres factores básicos que modelan la dinámica política hoy. Uno, previo a la pandemia, tiene que ver con el ciclo político-económico. El Gobierno había prometido terminar con el proceso recesivo de la economía. El otro es un mandato más político, que es tan importante como el económico. El Gobierno presentó esta propuesta diferenciada del kirchnerismo. Planteó que su identidad era distinta a la del Frente para la Victoria. Y eso jugó en el resultado electoral. El grueso de los votantes de la coalición son simpatizantes de Cristina, pero no todos. En esos dos factores, el económico y el político, el Gobierno está en deuda. En materia económica, el dato de la pobreza corrobora que no se ha podido convencer a la gente. Y por el lado político, vemos un proceso de transformación de la identidad del Gobierno. En este sentido, el dato más relevante es analizar la base de simpatizantes de Alberto y de Cristina. El Presidente tenía una base de simpatizantes propios. Un 21 por ciento tenía buena imagen de Alberto y mala de Cristina. Eso se esfumó. Hoy Alberto tiene un 2 por ciento de gente que lo ve bien a él y no a Cristina. Se achicó el número de la serie. Y lo que sostiene al Presidente, es el apoyo de Cristina.
¿Cuál es el tercer factor?
El tercer factor es la pandemia, y yo creo que la pandemia es importante desde lo electoral, pero no por la gestión de la pandemia, y no por las vacunas. Llego a esta conclusión mirando los resultados de nuestros estudios. Hemos hecho diversos estudios en estos meses, y cuando preguntamos sobre los factores más determinantes del voto, sobre el factor que más va a reincidir, nunca aparece lo sanitario como factor decisivo. ¿Cómo puede pasar esto, si estamos en medio de la pandemia? Lo que interpreto de este resultado es que la gente está leyendo que la pandemia es una situación dada. No lo ve como responsabilidad del Gobierno. Puede atribuirle una gestión más o menos mala. Pero la gente sabe que las vacunas escasean. Tengo la impresión de que la pandemia termina siendo relevante solo por su impacto económico. Porque es un factor que le impidió al Gobierno resolver los problemas económicos.
¿Cómo afecta a la imagen del Gobierno poner a la Justicia en el centro de la escena?
Creo que para el Gobierno, la reposición de los temas de Justicia es poco conveniente. Lo último que le conviene es que el público analice si está votando que Cristina es culpable o inocente. La interpretación de la opinión pública, en general, es que el Gobierno habla de la Justicia, algo que no importa a la gente, porque tiene una agenda distinta a la que plantea públicamente.
La gente está leyendo que la pandemia es una situación dada. No lo ve como responsabilidad del Gobierno. Puede atribuirle una gestión más o menos mala. Pero la gente sabe que las vacunas escasean. Tengo la impresión de que la pandemia termina siendo relevante solo por su impacto económico. Porque es un factor que le impidió al Gobierno resolver los problemas económicos.
¿Qué sentido tiene la pelea Berni-Frederic?
Esa pelea no forma parte de una estrategia coordinada del Frente de Todos. Pero esa pelea desnuda una estrategia deliberada del kirchnerismo, de Cristina Kirchner, de Axel Kicillof, para que Berni ocupe el lugar que ocupa y para que se muestre como se muestra. Berni juega el rol de confrontador con Sabina Frederic. Si te vas a los antecedentes, las únicas dos derrotas del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires fueron por dos candidatos que enarbolaron las banderas de la seguridad, con discursos de mano dura: Francisco De Narváez, y Sergio Massa. Berni es el contraveneno ideado por Cristina y Kicillof para que no venga un dirigente opositor que ocupe ese lugar de discurso de mano dura que brinde seguridades a la gente. Está para jugar en ese papel. Y lo juega con alto perfil. Eso tiene que ver con una estrategia político-electoral que se entiende mirando los antecedentes.