"No se reformó el Código Contravencional, la Ciudad se sigue inundando, los piqueteros cortan las calles y la inseguridad es cada vez mayor, sin embargo los legisladores piden debatir la quita del 75 por ciento del capital de la Deuda Externa y el apoyo a la candidatura de Carmen Argibay. Seguimos perdiendo el tiempo", se quejó el diputado Jorge Enríquez (Compromiso para el Cambio). Lo que olvida el ex radical es que la sesión de Argibay la pidió su compañera de bloque y también radical Florencia Polimeni.
"Esta Legislatura -agregó-, aparentemente imbuida del espíritu de la ‘nueva política’, arrancó con los mismos vicios que la anterior. En la última sesión se aprobó una resolución, luego de varias horas de debate, en la que ‘aseguró que vamos a cumplir con la Constitución de la Ciudad’. ¿Alguien se puede imaginar una pérdida de tiempo y esfuerzos mayor a eso?", dijo, haciendo referencia a la norma que reafirmó la obligación constitucional de renovar el Parlamento por mitades cada dos años.
El diputado radical señaló que "los diputados kirchneristas pretenden, ahora, debatir el pago de la deuda externa nacional y convocar al electorado de la Ciudad a una consulta popular sobre el tema. Pero los dislates continúan porque otros legisladores presentaron un proyecto manifestando ‘su beneplácito con la postulación de la Dra. Carmen Argibay’ como ministro de la Corte Suprema de la Nación, solicitando una sesión especial a tales efectos".
"Ninguno de los dos temas son incumbencia de esta Legislatura y resulta inconcebible que, mientras no podemos dar soluciones a las inundaciones, los baches, el deterioro de los espacios verdes o resolver la inseguridad urbana, debatamos sobre asuntos que son absolutamente ajenos a nuestra competencia", manifestó Enríquez.
Por último, el ex vicepresidente primero del cuerpo legislativo manifestó: "No comparto las posturas pro-abortistas y la definición como ‘atea militante’ de la Dra. Argibay, por un lado y, por el otro, entiendo que la Argentina debe honrar sus deudas y hallar soluciones consensuadas a tal fin, pero nunca a costa del sufrimiento del pueblo y siempre dentro de los ámbitos adecuados, porque los vecinos de la Ciudad nos pagan el sueldo para que desde las bancas que nos confirieron, trabajemos en los problemas concretos de la Ciudad".