Hace ya mucho tiempo que el peronismo de la Capital no es tomado en cuenta a la hora de analizar sus posibilidades de acceder al Gobierno. Muchos años de gobierno nacional desgajaron la construcción local, poniendo sus principales referentes el acento en la gestión nacional. Con el partido intervenido por Eduardo Duhalde-quién obviamente no lo ejerce pero influye- han empezado los primeros movimientos y reuniones en la poco concurrida sede de la calle Alsina, dónde existen mas deudas que ideas.
Mientras la imagen de la caída libre que legó al 1,8% de los votos en 1999 todavía está fresca en las retinas del movimiento, los armados con vistas al sillón de de la jefatura de Gobierno parecen darle la espalda a ese recuerdo.La lista de postulantes, aunque aún no esté oficializada, comprende entre los más lanzados a Daniel Scioli, Mauricio Macri y Gustavo Béliz.
A su vez el bloque unificado del PJ en la Legislatura porteña -hoy el mayoritario, si se cuenta a la UCR y al Frepaso por separado- empezó a presionar, más allá de las diferencias internas, sobre Aníbal Ibarra y su zigzagueante alianza con los radicales. El mismo Ibarra piensa para sus adentros como una posibilidad más, captar sectores del justicialismo antes que todos los cañones le apunten a la vez.
La relación del presidente Duhalde con el jefe de Gobierno es uno de los puentes preferidos por este último para desactivar cualquier intento desestabilizador por parte de una fuerza política que, cuando intuye estar cerca del objetivo, dificilmente lo deja escapar.
La dos reuniones convocadas en Alsina tuvieron una convocatoria aceptable bajo el paraguas del gobierno nacional. Sectores que responden al diputado Miguel Angel Toma, hombres muy cercanos a Béliz como el "colo" Diego Santilli y segundas líneas de Scioli, compartieron la discusión de la reconstrucción con el aparato residual del viejo sistema punteril de Capital que, aunque disminuido, siempre se recicla en algunas de las "nuevas alternativas". También estuvieron allí quiénes apoyan a Macri, como el caso del ex FUP, Eduardo Rollano y dirigentes del gremio municipal.
La alquimia de las candidaturas tendrá el año que viene- siempre y cuando no colapse todo antes- un ingrediente favorable ya que la mayoría de los legisladores más representativos no podrán repetir mandato por haber acumulado dos seguidos. Esto abrirá espacios en las tiras ya sean estas sábanas o sabanitas, y será mayor la apuesta hacia la jefatura de todos aquéllos que no puedan ser reelectos.
De estos nombres saldrá seguramente el candidato justicialista, lo que no quiere decir que los demás no lo intenten desde otros horizontes como ya lo han hecho más de una vez. Ibarra, Patricia Bulrrich, quizás Rodolfo Terragno u otro radical, son algunas de las caras que tendrán que ver enfrente. Lo que se dice "una parada brava pero no imposible".