La decisión del Gobierno nacional de suspender las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), impulsada por la Provincia y rechazada por la Ciudad, que ni siquiera fue consultada, generó un cimbronazo político y judicial, que llevó al máximo la tensión por la grieta. Y puso a buena parte de la ciudadanía en una posición inédita e incómoda: hasta entrada la noche del domingo de los anuncios los padres –y sus hijos- no sabían si al otro día tendrían que ir a los colegios porteños.
El tenor de la disputa, otra muestra del fracaso de la política como medio para resolver los problemas de la gente, desató una particular guerra de encuestas, para conocer justamente la opinión de los ciudadanos sobre un tema particularmente sensible.
Noticias Urbanas recopiló en los últimos días media docena de estudios que abordaron la cuestión.
Este es el resumen de los principales relevamientos conocidos hasta ahora, que coinciden en un rechazo mayoritario al cierre de escuelas. Un dato que circula en los tres ámbitos de decisión (Nación, Provincia y Ciudad), que deberán definir para el fin de esta semana cómo siguen las restricciones.
Management & Fit: fue una de las primeras consultoras en medir el impacto de la medida y circunscribió su estudio al AMBA, con 1.000 casos relevados el 16 y 17 de abril, apenas se conoció el anuncio del presidente Alberto Fernández.
Resultó uno de los indicios iniciales de rechazo a la decisión, pese a la suba de contagios por Covid y la necesidad de restringir la circulación. El 57,8% rechazó las nuevas restricciones, contra 39,8% que las apoyó; pero quizá el dato más llamativo fue, cuando se hizo la discriminación de resultados por afinidad política, casi un 35% de los votantes del Frente de Todos se oponía a las restricciones nocturnas y al cierre de escuelas.
Circuitos: es una de las consultoras que se especializa en la provincia de Buenos Aires y encuestó a 1.275 bonaerenses entre el 20 y el 21 de este mes.
El 56,2% se mostró en desacuerdo con la suspensión de las clases presenciales contra un 38,5% que la avaló. Aquí quedó más plasmada la grieta: entre los votantes K, el apoyo llegó al 96,3%; y entre los opositores, el rechazó sumó 88%.
Además, el 65,5% cree que “debe volver la presencialidad” luego de estos 15 días de restricciones escolares, contra 13,9% que reclama “mantener la virtualidad” y 15,7% que opta por una solución combinada.
Si bien en esta respuesta se siente también el impacto de la grieta, casi un tercio de los votantes del Frente de Todos se manifestaron a favor de una vuelta a las clases presenciales.
La decisión del Gobierno nacional de suspender las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), impulsada por la Provincia y rechazada por la Ciudad, generó un cimbronazo político y judicial, que llevó al máximo la tensión por la grieta. Y puso a buena parte de la ciudadanía en una posición inédita e incómoda: hasta entrada la noche del domingo los padres –y sus hijos- no sabían si al otro día tendrían que ir a los colegios porteños.
Analogías. La consultora que mide para Cristina y Máximo Kirchner hizo un relevamiento nacional de 2.943 casos. De las encuestas difundidas en los últimos días, es donde mayor apoyo se ven a las restricciones de Alberto Fernández. Sin embargo, el tema escolar quedó partido al medio.
La firma preguntó específicamente: “Cree usted que frente a una suba importante de casos en un municipio o provincia sería necesario suspender las clases presenciales por un tiempo definido?”. El 46,6% opinó que sí y el 46,8% que no. Empate técnico.
Trespuntozero. Esta encuestadora, una de las que mejor pronosticó la elección general de octubre de 2019, también presentó un estudio nacional. Y allí se vieron los resultados más volcados a favor de la presencialidad.
Entre el 16 y el 19 de abril, consultó a 1.100 personas. Y les planteó: “¿Cuán de acuerdo está con la suspensión de clases presenciales durante 15 días en el AMBA?”. El 66,7% se manifestó entre poco y nada de acuerdo, contra 28% que eligió entre muy y bastante de acuerdo.
Luego se insistió de otro modo: “Teniendo en cuenta el actual contexto…Las clases presenciales deberían…”. Casi el 70% optó por “seguir”.