El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, dijo el viernes por la tarde que su provincia se adhiere sin reservas al último Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Alberto Fernández, y consideró que no es momento para “plantear discusiones sobre federalismo”.
Durante la conferencia ratificó que la provincia mantendrá el sistema de fases, aunque para los que estén en la 2, la de mayores restricciones, a las clases virtuales y el cierre de comercios a las 19 se agrega que los negocios no esenciales pasan a un régimen de entrega fuera de los locales.
También dijo que se pondrá en vigencia el sistema de multas de hasta 500 sueldos mínimos, lo que significa un monto de 4.3 millones de pesos, para los que no cumplan con las disposiciones por la pandemia y que habrá controles en los accesos a la provincia, fundamentalmente los de CABA.
“La provincia va a adherir al decreto y a las medidas anunciadas por el presidente que se basan en criterios epidemiológicos ante el aumento de casos de coronavirus y la ocupación de camas en el sistema sanitario”, explicó el mandatario al anunciar las nuevas restricciones que se aplicarán en el distrito para contener la propagación de casos de coronavirus.
Kicillof aseguró que, a pesar de las medidas “efectivas” que tomó el Gobierno nacional para detener la curva de contagios de coronavirus, “la situación es complicadísima” con un sistema sanitario que está al “límite”, particularmente en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
“Logramos detener el crecimiento aceleradísimo que teníamos pero con eso no alcanza”, advirtió el gobernador en conferencia de prensa desde La Plata, y agregó que la “meseta” en los contagios alcanzada “involucra seguir con estos grados de tensión del sistema sanitario, que está al borde del colapso”.
El gobernador resaltó que la provincia “va a respetar el DNU del presidente que en Argentina tienen valor de ley” y agregó que “en la provincia vamos a respetar la ley porque de este modo funcionan las democracias y las instituciones”.
“Además estamos en una pandemia y no es momento de forzar discusiones sobre federalismo y autonomía porque la autoridad máxima es el presidente”, sostuvo en relación a la decisión del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta de insistir con las clases presenciales.
El gobernador aseguró que el sistema sanitario “está en completo estrés donde las camas no dan abasto” y aseguró que “con la verdad y la realidad se piensa mejor”.
“No se pueden tomar medidas mirando encuestas. No estamos en campaña electoral sino de cuidados y vacunación”, graficó.
En ese sentido, Kicillof reiteró que “estamos ante una situación complicadísima a la que califiqué de tsunami”, aunque advirtió que “por las medidas efectivas que se tomaron la curva paró de crecer y ahora tenemos un leve descenso”.
Reiteró que la segunda ola “es mucho más contagiosa por lo que es necesario bajar los casos debido a que cada 10 mil hay entre 200 y 300 muertos” y destacó que “no podemos resignarnos a vivir así”.
“No se pueden tomar medidas mirando encuestas. No estamos en campaña electoral sino de cuidados y vacunación.”