Una audiencia pública fue realizada este miércoles en la Legislatura de la Ciudad en relación a la obligación de los nuevos edificios de contar con vivienda para el encargado cuando conste de más de quince unidades, supere los ochocientos metros cuadrados o tenga cuatro o más pisos.
El presidente de la Comisión de Presupuesto, diputado Juan Manuel Olmos, encabezó la audiencia que comenzó a las once y treinta en el Salón San Martín, junto con la diputada Beatriz Baltroc y los diputados Carlos Lo Guzzo y Diego Santilli.
En la reunión se escucharon oradores a favor del proyecto de ley que ya recibió aprobación inicial, pero que, como determina la Constitución local, debe ser tratado en audiencia pública para luego volver a ser debatido, en segunda lectura, por los diputados y diputadas.
Uno de los oradores fue el secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), Víctor Santa María, quien sostuvo que la ley en tratamiento significa una "mejora en la vivienda de los trabajadores" y agregó que con el "actual incremento en la construcción quienes vivan en los nuevos edificios tendrán más seguridad evitando la rotación de personal al contar con un encargado permanente".
Subrayó Santa María que, aunque la ley no se aplica para atrás, si se sanciona finalmente, significará que en el futuro los trabajadores "tendrán un lugar más digno" ya que las viviendas deberán ser de 40 metros cuadrados y no de 30, como hasta ahora". En el mismo sentido, una arquitecta hizo uso de la palabra para manifestar su postura a favor de la iniciativa.
La ley en debate, que modifica el Código de Edificación porteño, prevé que los edificios con las características detalladas, deban poseer una vivienda destinada al encargado del edificio que cuente como mínimo de una sala común (o comedor), dos dormitorios, baño y cocina, y con los mismos servicios centrales de confort y necesidad que las restantes unidades .
Actualmente la dimensión mínima que establece el Código de la Edificación para la vivienda del encargado es de 30 m2 y la obligatoriedad es de sólo un dormitorio. "La mayoría de los encargados tienen familias con hijos -se expresa entre los fundamentos del proyecto- lo que significa que comparten los espacios comunes con los de dormir, provocando hacinamiento, atentando contra la dignidad de los trabajadores y lesionando su rendimiento laboral".