El mensaje de la Iglesia fue claro. El cardenal Mario Aurelio Poli pidió durante la homilía del Tedeum que se desarrolló en la Catedral Metropolitana por el 25 de Mayo, “a los dirigentes de todos los sectores” la “auténtica capacidad de liderazgo para ejercer con nobleza la vocación política” y hacerlo “dejando de lado descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división”.
En el clásico evento religioso donde se anunció de manera oficial que asistiría de manera virtual el presidente, Alberto Fernández, el arzobispo Mario Poli describió la complicada situación económica, política, social y sanitaria que atraviesa el país y pidió a la clase política “auténtica capacidad de liderazgo”.
El tedeum comenzó a las 9:30 y se realizó a puertas cerradas, como consecuencia del Decreto de Necesidad y Urgencia 334/21 que prohíbe toda actividad en espacios interiores, entre ellas las celebraciones religiosas, por la situación sanitaria derivada ante la pandemia de coronavirus.
Desde Casa Rosada habían informado que el Presidente asistiría virtualmente al tedeum. Esta mañana, el mandatario nacional mantuvo un encuentro digital con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, donde hablaron sobre el vínculo entre ambos países por las vacunas de AstraZeneca. Luego, Fernández participaría del izamiento de la bandera para conmemorar la fecha patria.
“Renovamos nuestra convicción de que el diálogo es el camino para afrontar juntos, como comunidad nacional, esta etapa difícil y exigente”, dijo, tras lo cual añadió: “Ante esta situación y por el bien de la República queremos pedirles a los dirigentes de todos los sectores, auténtica capacidad de liderazgo para ejercer con nobleza la vocación política”.
En este sentido, el referente de la Iglesia recordó que “el papa Francisco, en su última encíclica, nos dice: ´Ante tantas formas mezquinas e inmediatistas de política, recuerdo que la grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo´”.
“En la dura realidad de estos días, en la dramática extensión de la pandemia con su secuela de enfermedad y muerte, se han acentuado la pobreza, la exclusión, la falta de trabajo, así como las expresiones de un creciente enfrentamiento político”, agregó.
Lo que se deberá hacer “comunicando claramente la situación en cada momento, suscitando y alentando el compromiso y el empeño de todos, dejando de lado descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división”, puntualizó el cardenal.
“Lo hace con una libertad soberana, con voluntad firme y decidida, obediente a lo que le pide su Padre Dios. En ese contexto, abre su corazón y anuncia su ya próxima pasión a los discípulos” mientras estos “discuten entre sí quién es el más grande o el más importante”, reseñó Poli.
Tras lo cual remarcó que “no nos debe escandalizar la ambición de quienes habían seguido al Señor” ya que “es bien sabido que siempre han existido los embriagados por el ansia de poder” y que “es una constante en la historia de la humanidad”.
“Hay un solo destino colectivo para nuestro pueblo: fraterno, solidario, con educación, salud y justicia, con igualdad de posibilidades para el acceso a la tierra, al techo y al trabajo, valorando y respetando la vida de todos”
“Por momentos se instala la idea de un doble destino para los argentinos: fracasado o exitoso; con educación para todos o sumergidos en la ignorancia, abundancia para pocos o pobreza para muchos”, dijo, pero añadió que “hay un solo destino colectivo para nuestro pueblo: fraterno, solidario, con educación, salud y justicia, con igualdad de posibilidades para el acceso a la tierra, al techo y al trabajo, valorando y respetando la vida de todos”.
“Si hay voluntad de acordar dialogando, podremos achicar las diferencias y estaremos más cerca de lograr ese destino común”, finalizó el cardenal Poli.