El dirigente social Juan Grabois denunció el martes que fue “detenido” y “agredido físicamente” y que no se le permitió el ingreso a Colombia, a donde había viajado en el marco de una misión internacional ante la conflictividad social que se vive en aquel país.
Pasadas las 20 de este martes, Grabois informó que el gobierno colombiano directamente lo expulsó de su territorio por considerarlo un “riesgo para la Seguridad de Estado”.
Grabois añadió: “Me han retenido la documentación y el equipaje. Me suben custodiado a un vuelo a Lima, sin explicación de mi ulterior destino. Son tiempos de cambio para América Latina. Nada va a ser fácil. Pero despertamos. Adiós Colombia ¡Fuerza!”.
Ante la denuncia de Grabois, el gobierno colombiano, a través de la oficina de migraciones, explicó por qué no dejó ingresar al dirigente social. “El señor llegó al país con una delegación de 19 personas más. Al momento de realizar el proceso de control migratorio el pasaporte presentaba una inconsistencia, razón por la cual se le pidió que acompañara al oficial a donde el Supervisor con el fin de realizar las consultas correspondientes”, explicó la entidad.
Desde Migraciones, además, señalaron que Grabois comenzó a agredir verbalmente a una oficial diciéndole que no tenía por qué acompañarla a ningún lado y a argumentar que tiene todo el derecho de entrar al país y que lo que se quiere es secuestrarlo.
“En ese momento, debido a la falta de respeto del extranjero hacia el Oficial, se procede a no autorizar su ingreso al territorio nacional. Una decisión que le fue ratificada por la Supervisora, quien aparece en un video grabado por la delegación, y en donde se ve que el extranjero le dice que acaso quién es ella para decirle que no puede entrar a Colombia”, se explicó en un comunicado.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, se refirió a la situación que protagonizó el dirigente social y manifestó: “Lamento que autoridades migratorias de Colombia hayan impedido el ingreso del ciudadano argentino y miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede Juan Grabois”.
En la misma publicación, el funcionario recordó que Grabois integraba una misión internacional en derechos humanos.
No es la primera vez que el gobierno argentino toma una postura con relación a la situación que atraviesa el país presidido por Iván Duque: el 6 de mayo, el propio Alberto Fernández reclamó que cese la “violencia institucional” y se resguarden “los derechos humanos”, en el marco de las protestas que tenían lugar en diferentes ciudades.