Argentina y México emitieron un comunicado conjunto para expresar su “preocupación por los acontecimientos ocurridos recientemente en Nicaragua” y rechazar la “persecución política” de opositores, pero sostuvieron la decisión de abstenerse en la votación de este martes en la Organización de los Estados Americanos (OEA) al señalar el desacuerdo con lo que consideraron significaba dejar de lado “el principio de no intervención en asuntos internos”.
“No nos fue posible acompañar el proyecto de resolución puesto a consideración hoy en el Consejo Permanente de la OEA”, sostuvieron las delegaciones de ambos países, a pesar del “esfuerzo negociador de algunos Estados miembros” y solicitaron que el organismo “retome el espíritu constructivo de su Carta” para restablecer el diálogo interamericano.
En el comunicado conjunto, los países expresan su desacuerdo “con los países que, lejos de apoyar el normal desarrollo de las instituciones democráticas, dejan de lado el principio de no intervención en asuntos internos, tan caro a nuestra historia”. “Tampoco con la pretensión de imponer pautas desde afuera o de prejuzgar indebidamente el desarrollo de procesos electorales”, insistieron.
La iniciativa propuesta por Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Paraguay y Perú -que consiguió el voto de 26 de los 34 Estados miembro- condenó las detenciones de 13 dirigentes opositores en la previa de las elecciones presidenciales, pero también condenaba al gobierno de Daniel Ortega por no implementar las reformas electorales solicitadas desde la OEA.
Argentina y México se manifestaron “comprometidos con el respeto y la promoción de los derechos humanos desde una concepción integral dentro de la cual están contenidos los derechos civiles, políticos y electorales” y, en particular, por “la detención de figuras políticas de la oposición”.
En ese tono, indicaron que la “revisión” de esas detenciones contribuiría “a que el proceso electoral nicaragüense reciba el reconocimiento y el acompañamiento internacional apropiados” en un contexto “de casos inadmisibles de persecución política” en varios países de la región. “Rechazamos esta conducta”, sentenciaron, y se manfiestaron a “disposición plena para colaborar constructivamente”.
De todas maneras, la posición conjunta resalta el principio de no intervención y confía en que la “situación será superada por las y los propios nicaragüenses, resguardando la convivencia pacífica, la división de poderes, el respeto a las minorías, las garantías constitucionales y, en general, el pleno respeto de todos los derechos humanos”.
El comunicado completo
La República Argentina y México, comprometidos con el respeto y la promoción de los derechos humanos desde una concepción integral dentro de la cual están contenidos los derechos civiles, políticos y electorales —además del inalienable valor de la igualdad y los derechos económicos y sociales—, manifiestan su preocupación por los acontecimientos ocurridos recientemente en Nicaragua. Especialmente, por la detención de figuras políticas de la oposición, cuya revisión contribuiría a que el proceso electoral nicaragüense reciba el reconocimiento y el acompañamiento internacional apropiados. Hemos sido testigos, en varios países de la región, de casos inadmisibles de persecución política. Rechazamos esta conducta.
No estamos de acuerdo con los países que, lejos de apoyar el normal desarrollo de las instituciones democráticas, dejan de lado el principio de no intervención en asuntos internos, tan caro a nuestra historia. Tampoco con la pretensión de imponer pautas desde afuera o de prejuzgar indebidamente el desarrollo de procesos electorales. En este contexto, no nos fue posible acompañar el proyecto de resolución puesto a consideración hoy en el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Es perentorio que la OEA retome el espíritu constructivo de su Carta. Agradecemos el esfuerzo negociador de algunos Estados miembros y hacemos un nuevo llamado a restablecer el diálogo interamericano.
Expresamos nuestra disposición plena para colaborar constructivamente. Estamos convencidos de que esta situación será superada por las y los propios nicaragüenses, resguardando la convivencia pacífica, la división de poderes, el respeto a las minorías, las garantías constitucionales y, en general, el pleno respeto de todos los derechos humanos.