El Partido Justicialista de la Ciudad realizó el jueves una jornada de debate para repensar la identidad del peronismo en el marco de la concentración económica global que expulsa a millones de personas del sistema productivo y la aparición de nuevos actores, como las y los trabajadores de la economía popular y el movimiento feminista.
La apertura del panel “El rol del Peronismo en la economía del descarte” estuvo a cargo del senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires y presidente del PJ de la Ciudad, Mariano Recalde, quien inició el debate con un saludo a las y los participantes, para luego dar pasó a la intervención de los expositores.
Alexander Roig, presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), Virginia Franganillo, creadora del Consejo Nacional de la Mujer, y Carlos Accaputo, titular de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires, fueron los invitados que estuvieron a cargo de generar el debate.
La jornada fue organizada por la Secretaría de Movimientos Sociales y Políticos del PJ porteño y la intervención de los invitados estuvo moderada por Carolina Brandariz, quien se encuentra a cargo de esta secretaría y además es directora de Cuidados Integrales del Ministerio de Desarrollo Social y dirigente del Movimiento Evita CABA.
Roig analizó la relación entre el capitalismo productivo y el financiero con el paradigma que vienen expresando los movimientos ambientalistas, feministas y de la economía popular, y la necesidad del diseño de políticas públicas para que adquieran derechos esenciales para su desarrollo.
“La construcción de procesos que valoricen relaciones sociales que están pero que no se ven es un gran desafío”, señaló el presidente del Inaes, y agregó: “producir valor implica una nueva institucionalidad, que pueda identificar estos procesos, como los movimientos ambientalistas, feministas y de la economía popular, y valorizarlos. Es lo que nos va a permitir, en términos políticos, visibilizar una relación y construir un conflicto político que va a generar una nueva dinámica”.
Sobre el capitalismo financiero, Roig indicó que “disimula la relación entre capital y trabajo, pero no desaparece esta relación”.
“Disimula relaciones sociales. Es una gran máquina de anestesia que no produce sentido”, explicó Roig, y sostuvo: “La economía popular es una nueva forma de reorganización del trabajo que vuelve a construir un nuevo sentido común, que nos saca de la anestesia”.
Franganillo, por su parte, aportó la visión sobre el reclamo que sostiene el movimiento feminista respecto a los cuidados, un trabajo invisibilizado y desvalorizado y que no se lo considera como tal, en términos sociales como en términos económicos, y que abrió el debate no sólo en la Argentina, sino también en los países más desarrollados.
“No solo las feministas y los países periféricos que más padecen la pobreza discutimos los cuidados, sino que el mundo desarrollado lo analiza como una cuestión económica. No es solo un tema de mujeres, es un tema de la sociedad que está siendo instalado como el centro del bienestar”, explicó la socióloga.
Sobre su intervención en la economía, Franganillo remarcó que “se ha demostrado el efecto multiplicador de los cuidados, que es mucho más que el trabajo que realiza, por ejemplo, la construcción”.
Accaputo, un dirigente de la Iglesia católica cercano al Papa Francisco, señaló que “la exclusión tiene su origen en motivos exógenos y endógenos”, ya que “algunos ponen toda la responsabilidad adentro y otros afuera”.
“Tenemos que hacernos cargo de la situación de expulsión. Francisco plantea que está muy bien avanzar con políticas de inclusión, pero con eso sólo no alcanza. Hay que resolver las causas estructurales de la pobreza, a veces se piensa que el pobre es pobre porque quiere”, agregó el responsable de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires.