Las empresas de medicina privada salieron a criticar el Decreto 438/2021 del Gobierno que estableció que los trabajadores que inicien una nueva relación laboral deberán permanecer un año en la obra social correspondiente a la rama de su actividad antes de poder poder ejercer el derecho de cambiar a otra obra social o derivar aportes a una empresa privada y señalaron que la medida afecta derechos adquiridos de los trabajadores.
Desde el sector indicaron: “El decreto genera un retroceso en la libre elección por parte de la gente a donde pueden confiar el cuidado de su salud y de su familia. En el caso de las empresas, es una medida que afecta futuros ingresos. Aquellos que traspasaron ya no pueden retroceder. Obviamente que disminuye la captación de personas por parte de las empresas de medicina prepaga, ya que pueden hacer la opción de cambio una vez por año”.
El presidente de la Cámara de Entidades de Medicina Privada (Cempra), Ricardo Lilloy, señaló que “el impacto económico que tendrá para las empresas aun no está calculado. La medida afecta a los ingreso pero no de forma muy significativa”.
Y agregó: “Restringe más los derechos de las personas que al sistema porque les impide elegir en el momento de incorporarse a una empresa donde usar sus fondos, que son de su propiedad. Hace tiempo se reconoció que las personas son dueñas de sus aportes, que se consideran salarios diferidos porque provienen de su relación laboral y, por más que sea un aporte patronal es parte de su sueldo”.
Por último precisó: “Este derecho hace más eficiente al sistema porque le da libertad a la persona de irse a otro lado si no está conforme. Es una forma de establecer competencia, de tratar de mejorar las condiciones de la obra social par evitar el éxodo de sus afiliados. Mantener a una persona cautiva también perjudica al sistema porque la quita la capacidad de competencia”.
Según un informe reciente de el centro de estudios Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), la pandemia y las actualizaciones de precios autorizadas por el Gobierno —que estuvieron por debajo de la inflación— profundizaron en el último año la crisis de la medicina privada. Desde diciembre de 2019, las cuotas de las prepagas se actualizaron en un 26% mientras que la inflación general medida por el Indec rondó el 71%.
El sistema privado de salud está conformado por dos tipos de actores: los prestadores médicos y los seguros de salud. Esto últimos operan como obras sociales o empresas de medicina prepaga. Los afiliados a las obras sociales se integran por asalariados que hacen aportes obligatorios. Los afiliados a las prepagas se componen por parte de los afiliados de las obras sociales que optan por derivar su aporte salarial a la prepaga y por personas que voluntariamente pagan de su bolsillo una cuota.