El expresidente Mauricio Macri se encuentra en Suiza y su vuelo de regreso a la Argentina fue cancelado, por lo que se convirtió en uno de los “varados” por la restricción sobre el ingreso diario de pasajeros al país que apunta a prevenir la circulación de la variante delta del coronavirus.
Macri se encuentra en la ciudad de Zurich, a donde había viajado como titular de la Fundación FIFA luego de su gira por España y tenía previsto abordar el avión de regreso a la Argentina este martes, pero en las últimas el vuelo fue cancelado.
El expresidente se quedó junto a su esposa, Juliana Awada, en la residencia que le ofreció la FIFA, y se convirtió en otro de los argentinos que afectados por el cupo diarios de ingreso de personas desde el extranjero que estableció el Gobierno en el marco de la pandemia.
El cupo original establecía un ingreso límite de 600 personas por día y ante las críticas de diversos sectores el Gobierno flexibilizó la medida hasta el 6 de agosto, con un esquema de ampliación gradual hasta las 1.000 personas por día.
Antes de su llegada a Zúrich, el ex presidente visitó España, donde presentó su libro “Primer tiempo” y participó de una actividad del Partido Popular Europeo (PPE).
En ese contexto, mantuvo una charla con el presidente de ese partido en España, Pablo Casado, donde criticó a la administración del presidente Alberto Fernández y sostuvo que será “el último gobierno populista de nuestra historia”.
También desde España Macri se refirió a la acusación que le hizo el gobierno Bolivia por su presunta colaboración con el golpe de Estado de 2019 contra el entonces presidente de ese país, Evo Morales, mediante un “envío ilegal” de municiones.
El expresidente sostuvo: “Quiero desmentir de manera rotunda la veracidad de esas acusaciones y, al mismo tiempo, repudiar la carta que el presidente Alberto Fernández envió a las autoridades bolivianas expresando ‘dolor y vergüenza’ sobre esos hechos falsos en los que quieren involucrarme”.
Y agregó: “Dejen de mentir. En un solo acto Alberto Fernández logró devaluar su palabra y su firma”.
En su descargo, Macri indicó que “prestó ayuda humanitaria” a Bolivia y que desde su gestión se dio “asilo en la embajada argentina a funcionarios de Evo Morales e incluso sus familias, junto a periodistas argentinos asignados en ese país”.
Y finalizó: “Los propios protagonistas locales, tanto el ex embajador argentino Normando Álvarez García como el ex comandante general de la Fuerza Aérea boliviana, desmintieron la denuncia de conspiración y la autenticidad de la prueba que se presenta con apariencia documental. Todo lo dicho es falso. Todo es mentira”.