La legisladora porteña del Frente de Todos Claudia Neira aseguró, en diálogo con Noticias Urbanas, que la Argentina comenzó a superar la crisis sanitaria que provocó la pandemia de coronavirus, gracias al avance de la campaña de vacunación. “La variante Delta es una preocupación por su mayor contagiosidad, pero las vacunas están mostrando tener un alto efecto sobre la misma”, apuntó.
¿La Argentina está superando la crisis sanitaria por la pandemia o los gobiernos aún no deben bajar la guardia por la cepa delta?
-La Argentina está comenzando a salir de la pandemia porque hemos logrado que una importante parte de la población esté vacunada. Ya estamos cerca de un 60% con una dosis y de un 20% con las dos dosis, lo cual es un enorme logro. Eso se refleja en los casos diarios y también en la gravedad de los mismos.
La variante Delta es una preocupación por su mayor contagiosidad, pero las vacunas están mostrando tener un alto efecto sobre la misma. Aun así es importante seguir demorando su circulación y por eso hemos insistido tanto al Gobierno de la Ciudad para que haga los controles del aislamiento de quienes ingresan al país.
-¿La campaña aceleró la decisión de impulsar aperturas en la economía?
-Nuestro Gobierno llegó con la decisión de reactivar la economía. La pandemia retrasó y complejizó ese proceso. Obviamente, en la medida que vayamos saliendo de la pandemia lo primero es cumplir ese objetivo. Hoy, la Argentina ya está creciendo y creando empleos. El apuro no lo define la campaña, sino el compromiso que se asumió en 2019 de producir y crear trabajo y que, aún en los peores momentos de la pandemia, se sostuvo con acciones concretas y recursos del Estado Nacional, como los ATP, que permitieron continuar con el pago de salarios y con los protocolos, para mantener la actividad de muchas empresas. En los momentos más duros, se llevaron acciones para sostener e impulsar la industria y eso hoy se refleja en el crecimiento de la actividad.
-¿Qué se define en esta elección? La oposición sostiene que la Argentina enfrenta un momento bisagra. ¿Es así?
-La oposición está viviendo esta elección de una manera muy intensa. No sólo plantean esta cuestión dramática respecto de nuestro gobierno, sino que también entre ellos mismos hay un nivel de tensión insólito. Yo creo que hay que vivir la democracia sin poner a la gente en elecciones de vida o muerte en cada comicio. Es importante que los argentinos nos apoyen para poder realizar todo lo que nos propusimos en 2019 y que, pandemia mediante, estamos llevando adelante. Claramente en tiempos normales, sin Covid, Juntos por el Cambio no logró ni reactivar la economía ni crear empleo. Todo lo contrario. Terminamos endeudados como país y todos, trabajadores, empresarios, cada sector de la economía, estuvimos peor. Nosotros estamos en el camino correcto: ordenando la deuda y haciendo crecer al país, por eso pedimos que nos voten y nos den el tiempo necesario para lograr que se esa recuperación se traduzca en las condiciones de vida de la ciudadanía.
– ¿El Frente de Todos tiene margen para mejorar la elección de 2019 en la Ciudad?
-Esta elección es parlamentaria y tiene otras características, pero creo que en la Ciudad los porteños y porteñas empiezan a cansarse de 14 años de un Gobierno que aún no tiene plan para nada. En lo urbano, van atrás de convenios sin planificar nada: ni dónde se incentiva la construcción, ni dónde se generan espacios verdes. En el transporte, no mejoraron nada y ni hablar del subte, que sigue esperando. Y así ocurrió con cada área de la gestión. Desde la oposición tenemos propuestas concretas y esperamos que nos acompañen, para poder contar con los votos para debatirlas y llevarlas adelante.
-¿Qué evaluación percibe que hacen los votantes de la gestión de la pandemia en la Ciudad?
-En general, los porteños y porteñas no tenemos una visión del de gobernador porque Larreta no asume la gestión de la Ciudad como lo hacen el resto de los mandatarios provinciales. Por ejemplo, se mantuvo al margen de las necesidades de los comerciantes, mientras el Estado Nacional los acompañaba. Creo que hay que dar ese debate en esta campaña. La Ciudad no gestionó la pandemia seriamente, se recostó sobre la Nación y no resolvió los problemas. Para no decir sólo críticas sí me parece que, más allá de algunas diferencias que hemos tenido al principio, hoy hay una buena gestión de la vacunación y una aplicación eficiente de las dosis que reciben de Nación.
-Andrés Larroque dijo que la “cultura del plan no va más”. ¿Coincide?
-Coincido con la idea que la salida es por el lado de la producción y del empleo. Los planes sociales son una herramienta ante la emergencia y hay que buscar cómo transformarlos en trabajo. Estoy convencida de que hay que dar un debate profundo sobre cómo generar una transformación social y cultural en generaciones que no han tenido la posibilidad de educarse, ni de acceder a un empleo. Eso requiere algo más de todos nosotros, hay que pensar en qué proyecto de vida, qué sueños puede tener hoy un pibe que nace en un barrio rodeado de necesidades y trabajar en ese sentido. El Estado tiene que garantizar derechos, como lo hace con la AUH y la tarjeta Alimentar, generar trabajo e incluir, con todas las herramientas a su alcance, a quienes han quedado excluidos a lo largo de los años.
-¿Puede haber un estallido social, como sostuvo Juan Grabois?
-No creo que pueda haber ningún estallido social. En los peores momentos de la pandemia, cuando no salía ni a hacer la changa por miedo al contagio, no hubo conflictos y el Gobierno manejó toda la pandemia sin medidas complejas, como las que han tenido que tomar otros países: con diálogo y con mucha presencia del Estado. Hoy, cuando ya hay una apertura importante, cuando la economía se está reactivando y el Estado sigue acompañando a los que más necesitan, me parece que hablar de estallido social es más una definición política que otra cosa.
-¿Qué opina de la incorporación de Facundo Manes a la política?
-Me parece que está bien que todos aquellos que quieran hacer política la hagan. De todos modos, es un poco contradictoria la figura de Manes, como me pasa con distintos integrantes de Juntos por el Cambio, ya que pregona republicanismo y transparencia y después, en el ejercicio de la política, dejan de lado esos valores.