El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, aseguró este martes que las empresas del sector recibieron facturas de electricidad con aumentos del 100% durante los últimos seis meses, por lo cual advirtió que ese ajuste provocará “pérdida de rentabilidad y retracción de inversiones”.
El dirigente afirmó que “las variaciones de las boletas de electricidad que llegaron a las pymes durante el último semestre son impactantes. En todos los casos, pertenecen a aumentos de precios en los cargos adicionales que corresponden al Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que llevaron a duplicar el costo de la energía eléctrica para las fábricas electrointensivas”.
A su criterio, “el salto desencajado del precio de la electricidad que llegó a las pymes tendrá una consecuencia muy fuerte sobre la economía: o bien las empresas anulan prácticamente la rentabilidad, o se ven obligadas a traspasar los mayores costos a los productos”.
En consecuencia, Rosato reclamó revisar las variaciones en el MEM debido a que “la falta de rentabilidad tiene un impacto directo en el desarrollo de la actividad económica, que verá cortado en la reactivación la posibilidad de crecer por encima de la variable apertura y mayor consumo luego de los cierres por pandemia”.
El empresario sostuvo además: “Es momento de quiebre. O crecemos o nos quedamos conformes con la comparación con 2019, cuando las fábricas cerraban y veníamos de una crisis recesiva histórica. Hoy el panorama es muy diferente porque las políticas del Gobierno marcan un sendero de industrialización claro, pero hay que revisar estas situaciones que terminan siendo errores no forzados en contra del propio modelo de producción y generación de riqueza vía valor agregado”.
El dirigente industrial señaló como consecuencia de falta de rentabilidad la “escasa creación de empresas, que en definitiva son la variable para bajar el desempleo y generar una formalidad que le sirva al Estado para poder recaudar e invertir en mejoras sociales”.
Además graficó: “Hoy las pymes seguimos sosteniendo precios, pero en algunos casos es inevitable hacer recargos para poder sustentar el negocio. Un aumento del 100% en el costo de la energía es imposible de trasladar a góndola porque la inflación no da para más, aunque la represión de los aumentos surgidos de los insumos difundidos es pan para hoy y hambre para mañana”.
Rosato concluyó con un llamado a las autoridades del sector energético para “debatir las medidas con los clientes del sistema mayorista, que en su gran mayoría son pymes”, y reclamó además que “las modificaciones que afectan la toma de decisiones de largo plazo se analicen de manera conjunta. Es una época en donde la producción, el trabajo y el Estado están alineados en un mismo camino. Es importante, entonces, que se puede coordinar el plan que genere previsibilidad para poder darle un horizonte claro al futuro del país”.