¿C ree que Randazzo tiene posibilidades en las próximas elecciones teniendo en cuenta que el escenario está muy polarizado, según las encuestas, entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio?
Es una incógnita la elección. Apostamos a que no se siga polarizando. La pregunta es si la bronca que tiene la gente se va a hacer carne contra los dirigentes actuales o van a seguir como hasta ahora. No lo sé. Hay muchos candidatos locales que estamos pateando las calles y tratamos de transmitir esto.
¿Pero hay alguna forma de salir de la polarización?
Hubo muchas sorpresas al respecto en la región. En Perú ganó Castillo, cuando hace diez meses no lo conocía nadie. Y terminó siendo presidente. También están los resultados en Chile, donde se creía que ganaba la parte residual del partido de Bachelet, y terminó perdiendo. Está pasando algo por abajo. La gente entiende que hay que cambiar a una dirigencia que no expresa lo que a uno le pasa. Hoy (por el miércoles) el puente Pueyrredón es un caos. Y la política no expresa lo que vive la gente en la diaria. No tiene anclaje con la realidad. En nuestra lista somos vecinos comunes, que no vivimos de la política y que vemos en los noticieros que en la política no hablan de nuestros problemas. Este es un fenómeno que se empieza a dar por abajo. Hay que ver si eso se va a traducir en votos, si la calle, que está inundada de imágenes del Frente de Todos y de Cambiemos, logra distinguir a una tercera fuerza para tener volumen.
¿Compiten con la derecha, por ejemplo, con Javier Milei y con José Luis Espert, por los votos desencantados del Gobierno y del macrismo?
En la Provincia no veo ese fenómeno. Sí sé que hay una fascinación entre los más jóvenes con Milei en la ciudad. Eso es todo una novedad para mí, pero en la Provincia nadie me menciona a Espert. La Provincia es muy distinta de la Capital, eso hay que entenderlo. Vivo a 16 cuadras de la Capital, y la vivencia del día a día te muestra que no tiene nada que ver la penetración de la tecnología y las redes sociales en los estratos más jóvenes. Vivimos la inseguridad, el hambre, la exclusión. Es muy diferente. Y nosotros tratamos de interpretar eso. Es lo que trata de interpretar Randazzo. Por eso, su lista tiene estas características, de gente como yo, vecinos. Excepto por él y por Gustavo Pulti, que vienen de cargos políticos, el resto somos hombres y mujeres de la sociedad civil. Está Caro Castro, la primera mujer en integrar la mesa de la Unión Industrial Argentina; hay una educadora, hay un médico. Me parece que el gobierno de Macri es el que mejor ejemplifica que con una mirada de la Capital es difícil interpretar a las provincias.
Los candidatos de la derecha también tienen un discurso contra la política, que termina rozando lo antisistema.
Yo no tengo un discurso antisistema. Fui presidente de la Unión Industrial. Entiendo la institucionalidad. A diferencia de Milei, Randazzo mostró lo que es estar y gestionar. Milei es un petardista. De todas formas reconozco que cualquiera que despierte la atracción de la juventud por la política es un fenómeno positivo. Aunque esté restringido a la Capital.
Esta semana hubo una entrega de viviendas del gobierno nacional en Avellaneda. ¿Cómo lo vio?
Vi un acto partidario. A gente de la política hablándole a su propia tropa. Pero cuando camino por la calle, veo gente que necesita que les hablen a ellos. El ciudadano común quiere a alguien que le resuelva la inflación. No podemos vivir más así. Esto es como una hinchada que putea al 2, al 5, al 9 el lunes, y el jueves pide que los vuelvan a poner en el plantel. Es así. Mi discurso no es antipolítico. Somos outsiders dentro de la política. La lista en Avellaneda la armé yo y es toda gente como yo. Yo me metí en esto por dos motivos, porque tengo una pyme hace 10 años y vivo dando vueltas, con trámites que no me dejan hacer mi laburo y dar trabajo. Y porque me doy cuenta que hay cada vez más jóvenes que se quieren ir del país. El sistema no ayuda.