Hacia fines de este año habrá definiciones sobre el futuro inmediato del partido en el distrito de la Capital. En principio se supone que habrá dos sectores en pugna. Uno de los bandos alineará a Futuro, la agrupación de Rodolfo Terragno, que comparte una sólida alianza con las huestes del Ateneo del Centenario, que lidera el eterno diputado Jesús Rodríguez.
Es probable que la Corriente Progresista, que reconoce como líderes a Gabriela González Gass y a Aldo Neri -hoy no tan amigos como antes- se sume a este espacio, que espera lograr la adhesión del voto de la progresía. Esta fórmula derrotó en las últimas internas a la alianza de Facundo Suárez Lastra, Agustín Zbar y Rafael Pascual, que compitieron con la camiseta del entonces presidente, Fernando de la Rúa.
El tándem Terragno-Rodríguez se muestra ilusionado con repetir a sus enemigos del 2001. Con el argumento de que no aceptarán a quienes, desde los niveles de decisión, hayan promovido la incorporación de Domingo Felipe Cavallo al gobierno de de la Rúa, eliminarán a los seguidores del ex presidente de sus listas.
De esta manera, sus contendientes de noviembre serán -si es que se animan a emerger de las cavernas del ostracismo, adonde están confinados desde el traumático 20 de diciembre de 2001- los antiguos conmilitones del ex presidente. Esta fuerza alinearía -si todo ocurriera según lo previsto- a los seguidores del mítico "Coti" Nosiglia, líder de Cambio Radical, y a los restos del Movimiento Popular de Participación, que alguna vez supo conducir el propio Rafel Pascual, por delegación de de la Rúa. Si el panorama se mantuviera en estas condiciones, las huestes que comanda Terragno triunfarían, sin transpirar siquiera, en las internas.
De todos modos, los seguidores de Terragno y Rodríguez comenzaron a construir una especie de "corralito político", en prevención de que los seguidores de Nosiglia y Pascual intenten subirse al que ellos suponen que será su tren de la victoria. "No pueden lavarse la cara tan fácilmente", dice el diputado Héctor "Tom" Costanzo.
En cuanto a las cruciales elecciones para jefe de Gobierno porteño, los seguidores de Terragno -en esto no encontraría una mayor oposición de sus aliados- sueñan con ver al actual vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Caram, acompañando a Aníbal Ibarra como candidato a vicejefe de Gobierno.
Este sector acatará la decisión que tomó la conducción nacional del partido en la reunión de Exaltación de la Cruz -aunque algunos, como el propio Costanzo preferirían alinearse con "Lilita" Carrió-, de competir en soledad en las elecciones presidenciales, llevando como candidato a Rodolfo Terragno.
Pero podría existir un tercer sector en la contienda de noviembre, que lideraría probablemente el ex jefe de Gobierno Enrique Olivera, al que acompañaría, entre otros, el diputado Jorge Enríquez.
Este legislador planteó que "debe haber caducidad de todos los mandatos -que, además ya vencieron y fueron prorrogados- porque no representan el verdadero pensamiento de los afiliados radicales. También se debe concretar la caducidad de todas las afiliaciones y reafiliar a todos los que quieran. Habría que recordar que, cuando Horacio Massaccessi fue candidato a presidente la UCR tuvo menos votos que afiliados, lo que habla de un padrón parcialmente inactivo".
Pero Enríquez -que no compite por el premio Miss Simpatía- va más allá. "Tenemos que evitar un partido de fichas de afiliación, para construir un partido de cuadros políticos. Hoy, la UCR se ha convertido en un centro de fichas. Si esto se acabara, se acaba el clientelismo, que es donde radica el mal de la democracia".
"Nosotros estamos trabajando con afiliados radicales independientes -plantea Enríquez- de Barracas, Flores, Palermo, Liniers, Constitución, Recoleta, Villa Soldati, Parque Patricios y Paternal. Se equivocan quienes piensan que ya ganaron. Deberían tener en cuenta que en repetidas ocasiones los afiliados radicales han hecho gala de una gran independecia a la hora de votar".
