Desde el año 2015 cada 2 de octubre se conmemora el Día de Lucha contra el Acoso Sexual Callejero en la Ciudad. Se trata de una fecha para visibilizar que el 100% de las mujeres en algún momento de su vida han sufrido esta práctica en el transporte o en el espacio público. Este año, desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas en conjunto con la Secretaría de Género, la Dirección de la Mujer y el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana y bajo el lema “Que calle el acoso, no vos”, se invita a reflexionar sobre la importancia de involucrarse y actuar al momento de ver o presenciar estas situaciones.
Todas las mujeres en algún momento de su vida fueron víctimas de acoso sexual callejero. Es la forma más naturalizada, invisibilizada y legitimada socialmente de violencia. Este tipo de conductas modifican la vida cotidiana de aquellas personas que lo sufren ya que se ven obligadas, por ejemplo, a cambiar los recorridos habituales por temor, elegir cómo vestirse pensando que esto desincentiva el acoso, cambiar lugar de residencia o lugares de ocio, solicitar acompañamiento de otra persona para esperar un colectivo/tren, avisar cuando llega a un lugar/hogar y a modificar el tipo de transporte utilizado.
¿Cómo identificar una situación de acoso callejero?
El acoso callejero es un tipo de violencia de género. Es aquella ejercida por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia y/o generen un ambiente hostil u ofensivo. Con la campaña del 2020, dijimos basta de miradas lascivas y silbidos que molestan. Ahora queremos que todos nos involucremos, porque todos podemos hacer algo para frenar este tipo de situaciones. No solo podemos llamar al 144 o escribirle a Boti para recibir asistencia y contención, sino también realizar pequeños gestos que ayuden en ese momento a la víctima.
¿Por qué es importante involucrarse?
Porque el acoso callejero produce en las víctimas sensaciones muy negativas: miedo, estado de alerta, bronca, asco, baja autoestima y estrés. Además, en ciertos casos genera en ellas un cambio de hábitos, como la evitación de lugares, la alteración de la rutina y la modificación de la vestimenta.
Género y Movilidad: una política integral
El acoso sexual callejero forma parte de la movilidad cotidiana de muchas personas, afectando la percepción de seguridad que tienen del transporte público y el espacio público. En este sentido, en 2018, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lanzó la campaña masiva “Ni loca, ni perseguida, ni histérica. El acoso existe”, colocada en las puertas de colectivos, trenes y subtes, interior de vagones, estaciones.
En 2019 la Secretaría de Transporte y Obras Públicas presentó el primer Plan de Género y Movilidad de la Ciudad en el que se abordan las desigualdades de género en el ámbito de transporte y la movilidad, tanto en el plano de la planificación, la inclusión laboral, los datos y la sensibilización sobre problemáticas de género.
Este año, y en la misma línea, se presentó la primera Guía metodológica para la planificación y diseño del sistema de movilidad y transporte, un documento metodológico que reúne el trabajo realizado en conjunto con el Col Lectiu Punt 6 (Colectivo Punto 6), una reconocida cooperativa de arquitectas, sociólogas y urbanistas, y contó con el apoyo de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina).