Según un estudio de la Dirección de Política Criminal del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Nación, el año pasado en la ciudad de Buenos Aires se cometieron 6.632 delitos cada 100 mil personas. Es decir, durante 2001, cada 15 porteños hubo un ilícito, mientas que el promedio del país fue de un delito cada 31 personas. De todos modos, el informe oficial computa sólo los delitos denunciados cuando, según una estadística de Política Criminal, se denuncia ante la Policía o la Justicia apenas 28,2 por ciento de los ilícitos ocurridos.
Por cantidad de delitos denunciados, la provincia de Buenos Aires está al frente del ranking nacional, ya que en 2001 se denunciaron 300.470 delitos, mientras que la ciudad de Buenos Aires se ubica segunda con 202.083. Según las estadísticas, Buenos Aires y Capital concentran el 50 por ciento de los ilícitos cometidos el año pasado.
Consultado al respecto por NOTICIAS URBANAS, el subsecretario de Seguridad del Gobierno de la Ciudad, Enrique Carelli, señaló que "en primer lugar, esa estadística no tiene en cuenta los datos suficientes para reflejar el verdadero nivel de inseguridad, entre ellos que, si bien hay 3 millones de personas en la Ciudad, se calcula que diariamente hay 7 millones lo que, sin duda, modifica cualquier cálculo que se quiera realizar".
"Además -añadió- nosotros venimos trabajando para incentivar la denuncia de los ilícitos, porque eso nos permite tomar los recaudos necesarios para que hechos delictivos de esas características no se vuelvan a llevar a cabo". El subsecretario de Ibarra destacó que "a nosotros nos sirve mucho la denuncia, pero lamentablemente los ciudadanos sienten que hay un grado de impunidad muy grande, por lo que no concurren a la Policía, y mucho menos, a la Justicia".
Para el funcionario "la prestación de seguridad que se da en la ciudad de Buenos Aires es incomparable, ya sea en cuanto a cantidad como a calidad, con otras jurisdicciones del país". Carelli sostuvo que "informes como éste no contribuyen a mejorar la sensación de inseguridad que tienen los porteños".
De todas maneras, y a pesar de que la ola delictiva y la sensación de inseguridad crece día a día entre los habitantes de la Ciudad, la secretaría de Descentralización porteña considera que las mayores inquietudes de los ciudadanos son los baches y la suciedad. Será tal vez, que su titular, Ariel Schifrin, aún no ha logrado captar las verdaderas preocupaciones de los vecinos, o bien, vive en otra ciudad.
POLITICAS DE SEGURIDAD Y PREVENCION
Sin duda este informe generó repercusiones en la Legislatura porteña, principalmente entre los legisladores que integran la comisión de Seguridad del parlamento. NOTICIAS URBANAS dialogó con el popular cristiano Ricardo Busacca y con el ex cavallista, hoy con Rafael Bielsa, Pablo Caulier, quienes coincidieron en que la inseguridad ha aumentado significativamente en la ciudad de Buenos Aires.
Busacca señaló que "no sé si podría decir que la Ciudad es el distrito más inseguro del país, pero sí que está dentro de las ciudades que poseen las tasas más altas de delincuencia". Para el integrante del Interbloque porteño, esto se debe principalmente a que "el movimiento de personas es muy alto y a la falta de una buena política de seguridad".
"No hay que olvidar -añadió- que la ciudad aún no tiene policía propia, por lo cual la gente ya se acostumbró a convivir con el delito, y a no ver resultados cuando ha realizado denuncias de ilícitos". Según Busacca, "la solución no sólo es conformar urgentemente una fuerza de seguridad propia, sino también tener autonomía en lo que respecta a la Justicia".
Por su parte, el legislador Pablo Caulier (Bases y Puntos de Partida) sostuvo que "es cierto que la gente generalmente opta por no hacer las denuncias de los ilícitos que sufre, lo cual se denomina cifra negra, en contraposición con la cifra dorada que representa las denuncias realizadas. Siempre la cifra negra es un poco mayor que la dorada, pero cuando la diferencia es muy grande, denota miedo a posibles represalias y una gran desconfianza en el sistema de seguridad y en la Justicia".
El ex cavallista reconoció que "la violencia se incrementado de una manera muy alarmante en los últimos tiempos, por lo que hay que profundizar las políticas preventivas, a fin de disminuir la cantidad de delitos". "También -agregó- hay que empezar a priorizar la atención a las víctimas de los delitos, ya que generalmente se las deja libradas al azar. En ese sentido, el año pasado presenté un proyecto que propone la creación del Centro de Asistencia a la Víctima del Delito, que actuará como un órgano interdisciplinario destinado a lograr no sólo la reinserción social de las víctimas, sino también su reencuentro con si mismas".
