Acuerdo con el FMI: la misión argentina culmina su viaje con señales mixtas

Acuerdo con el FMI: la misión argentina culmina su viaje con señales mixtas

Washington lanzó una señal política para apoyar la propuesta del país.


La comitiva enviada por el gobierno de Alberto Fernández a Washington para afinar la negociación técnica con el Fondo Monetario Internacional para reestructurar el pago de la deuda por USD 44 mil millones podrá regresar a Buenos Aires animada por las señales políticas que enviaron Estados Unidos y la dirección del FMI.

Mientras los funcionarios del Palacio de Hacienda y el Banco Central mantenían reuniones con sus similares del Fondo, Washington lanzó una señal política para apoyar la visión alternativa de la búlgara Kristalina Georgieva, directora del FMI, quien, en un ambiente hasta ahora dominado por un enfoque de austeridad en el gasto público, apuesta por programas de recuperación postpandemia que pueden favorecer a Argentina en la negociación.

De acuerdo a lo publicado por el diario Infobae, las pretensiones argentinas han encontrado eco, y un empuje político considerable, en la posición fiscal menos conservadora de la búlgara Georgieva dentro del FMI.

Más allá de la reiteración de Georgieva, con la que la Casa Rosada ya contaba antes de volver a Washington, la señal más importante llegó de Juan González, principal asesor del presidente estadounidense Joe Biden en temas latinoamericanos.

Además de reiterar la importancia geopolítica que la Argentina sigue tiene para Washington, González asumió como propias algunas de las ideas de Georgieva al sostener: “El FMI ha aprendido que no siempre se puede utilizar un mismo modelo para prescribir una política macroeconómica… hay que reconocer el contexto doméstico, dijo en Buenos Aires. Y añadió otro guiño: “El Fondo Monetario de 2002 no puede ser el mismo de hoy”.

Un funcionario latinoamericano de multilaterales en Washington, le dijo a Infobae que las palabras de González pueden, definitivamente, entenderse como un espaldarazo político a la visión de menos austeridad y más inversión social que promulga el gobierno Fernández.

Además, advierte el funcionario consultado, hay otra lectura que puede ser favorable para Buenos Aires. Las declaraciones de González también pueden entenderse como una forma de la Casa Blanca de terciar en las posiciones del Departamento del Tesoro de Biden, que son menos liberales en términos de austeridad financiera.

✅Una buena y una mala

Los técnicos argentinos también escucharon esta semana algo que sigue siendo fundamental en el nivel técnico, aun cuando los vientos políticos puedan cambiar hacia derroteros fiscales menos conservadores: la necesidad insoslayable de controlar el déficit y favorecer medidas antiinflacionarias como piso mínimo para cualquier acuerdo con el FMI.

Al respecto, un funcionario latinoamericano del Fondo advirtió a Infobae que no “es realista” que los argentinos pretendan avanzar en una negociación sin contemplar algún tipo de ajuste estructural que permita reducir la brecha fiscal.

A la luz de esas palabras, un escenario que satisfaga el postulado de “ningún tipo de ajuste” que también ha hecho Alberto Fernández parece imposible.

Tanto las fuentes consultadas como firmas calificadoras de riesgo, como el de la consultora Abeceb, coinciden en que la discusión se ha centrado en el ajuste fiscal encaminado a reducir el déficit y el control de la inflación.

Esta no es, ni mucho menos, la última etapa de la negociación, pero sí un paso importante: del “ajuste” de números dependerá, en gran medida, la propuesta final que el nivel técnico del Fondo subirá al estamento político que se reúne en la junta de directores y que es, al final, el que toma las decisiones. En ese nivel, espaldarazos como el de González sí pueden ser importantes.

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