No hubo acuerdo entre los representantes de Metrovías y los delegados gremiales de base, en la reunión que mantuvieron este jueves al mediodía en el Ministerio de Trabajo de la Nación para intentar destrabar el conflicto del subterráneo. En el encuentro también hubo delegados que responden a la Unión Tranviarios Automotor (UTA), quienes acusaron al Gobierno nacional de ser cómplices de Metrovías y no firmaron el acta de la reunión.
La empresa concesionaria del subte ofreció restituirle el plus por hora nocturna, anulado con la declaratoria de insalubridad, a cambio de que garantizaran 120 días de paz social. Pero los delegados la rechazaron. "Es como si mañana nos quitaran las vacaciones y cuando nos las devuelven nos exigen que no protestemos", argumentaron.
No obstante, Metrovías se negó a reponer el pago del 2 por ciento por antigüedad, quitado con la privatización del servicio; y a dar un aumento de salarios del 50 por ciento, cifra equivalente la suba del índice de precios al consumidor. Los sindicalistas de base harán asambleas durante el transcurso de este viernes para definir una respuesta, pero descartaron que si optan por los paros, sean sorpresivos.
El Ministerio de Trabajo ofreció una nueva ronda de negociaciones para el viernes 10, en tanto trascendió que podría prorrogar el lunes la conciliación obligatoria que ya lleva vigente dos semanas.
El Cuerpo de Delegados del Subte es una agrupación de izquierda que le ganó, en septiembre por abrumadora mayoría, la elección interna a la UTA. No obstante, el gremio que dirige Juan Manuel Palacios es el que lleva la voz oficial en las reuniones en el Ministerio de Trabajo y los delegados de base son los que tienen el poder real dentro del subte.
En este marco, sorprendió la dureza con la que los representantes de Palacios criticaron al Ministerio de Trabajo y a la Secretaría de Transporte por tomar como ciertos los números que dio la empresa para justificar que le es imposible dar un aumento.
