El fuerte conflicto que hace un mes mantuvieron la Secretaría de Gobierno y Control Comunal, a cargo de Silvana Giudici, con los artesanos de la calle Florida pareció solucionarse con el otorgamiento de la feria de Paseo El Retiro. Pero este lunes el problema volvió a generar dolores de cabeza: un grupo de puesteros y artesanos de diferentes ferias y paseos porteños protestaron frente a la sede del Gobierno de la Ciudad ante lo que ellos consideran promesas incumplidas.
Los manifestantes afirmaron que están sufriendo constantes desalojos por trabajar en los lugares donde lo vienen haciendo desde hace años. Fuentes cercanas a Giúdici manifestaron que no les permitirán ocupar la vía pública y que en todo caso se ocuparán de gestionarles un local en las cercanías de la feria a la que pertenecen.
Pero los artesanos de Florida desmienten la buena voluntad de la funcionaria y expresan que hace ya tiempo que están esperando que les consigan un lugar para trabajar de lunes a viernes.
"A mi modo de ver las cosas nos están mintiendo, porque nunca tuvimos nada concreto", manifestó una artesana que pertenece al grupo de personas que trabajaba en la peatonal Florida. Además agregó que "los organizadores del Paseo El Retiro cambian semana a semana, por lo que no hay parámetros fijos, además constantemente cambian el puesto que nos asignan, así que quien nos quiere volver a comprar no sabe dónde estamos".
Los artesanos también se quejan porque les prometieron que durante cuatro meses no iban a pagar el canon, pero los funcionarios ya les anticiparon que a partir del próximo fin de semana tendrán que pagar, no diez pesos de canon, como estaba acordado, sino quince pesos.
El último punto del conflicto pivotea sobre un problema de marketing -al fin y al cabo, esto es el capitalismo-: en la calle Florida, sus clientes principales eran los turistas, pero al Paseo Retiro concurre sólo la familia típica porteña, que por estos tiempos crueles posee un poder adquisitivo sensiblemente menor. Las bajas ventas que derivan de esta situación hacen recrudecer el problema que los lanzó a instalarse ilegalmente en la calle Florida, por lo que las protestas seguirán hasta que haya una solución coherente con el marketing de la calle.