El legislador del Frente de Todos (FdT), Matías Barroetaveña, criticó duramente la gestión sobre planificación urbana de Horacio Rodríguez Larreta e indicó que el mayor problema que la Ciudad enfrenta es la crisis habitacional. Por otro lado, afirmó que el fin del ciclo de Larreta abre la posibilidad de que el próximo Jefe de Gobierno sea del Frente de Todos.
¿Cómo compararía a la Legislatura porteña del 2019 con la que se conformó después de las últimas elecciones?
La primera característica es que el oficialismo pierde fuerza. Esto se debe, en parte, a que el Frente de Todos ganó dos legisladores. La otra novedad es que parte de los votos que perdió Juntos por el Cambio se fueron a fuerzas políticas que buscan terminar con acuerdos básicos que tiene la Argentina desde 1983. Hay un fenómeno a nivel global de nuevas derechas. En el caso de nuestro país, yo no lo personalizo solo en Milei. Hay miembros del oficialismo de la Ciudad que también son de extrema derecha. Este discurso de “anti-política” combina aspectos negacioncitas y racistas. Por lo tanto, hay que tenerlo en la mira.
Las principales dos fuerzas, Juntos por el Cambio y Frente de Todos, se han ido extremando ideológicamente. ¿Cree que esto puede ser una traba para los acuerdos políticos?
Yo creo que el Frente de Todos ha logrado tener una coherencia que le ha permitido sostener una unidad. Del lado del oficialismo, creo que sí están complicados porque hay demasiadas diferencias internas. Yo creo que las elecciones legislativas suelen dar la posibilidad de que ganen más alternativas y, por ende, se polarice más el sistema. Yo creo que parte de la Democracia es que existan diversas miradas. De todas maneras, considero que tenemos consensos, como por ejemplo, cómo resolver cuestiones institucionales. Y no tenemos grandes amenazas a la democracia. Nosotros siempre apostamos al diálogo, más allá de las diferencias que podamos tener con el oficialismo. Incluso, muchas veces, ellos mismos han ido para atrás con proyectos porque se dieron cuenta de que eran mejores otras propuestas.
Usted se sumó a la polémica por los dichos de Roberto García Moritán sobre su compañera Ofelia Fernández. ¿Cuál cree que es el problema, si los hubiera, de la clase política argentina actual?
Yo creo que los dichos de Moritán sobre cómo Ofelia no está preparada para su puesto habla de la falta de conocimiento que él tiene. Es un desconocimiento absoluto de lo qué es la política. Yo he trabajado en el ámbito empresarial y me ha ido muy bien. No estoy menospreciando el sector privado. Lo que digo es que la política ha demostrado ser más complicada de lo que parece. Ya tuvimos la experiencia con Macri donde se pensó que por poner CEOs de empresas iban a poder lidiar con los problemas del país y… no pudieron. Fueron un desastre, no solo en términos ideológicos, sino también en su capacidad de gestión. Me parece que es una falta de respeto total de Moritán a Ofelia que es alguien que ha construido una mirada y una expresión de jóvenes y mujeres en las calles. Es lamentable que el legislador oficialista no pueda valorar que una joven esté comprometida con la política y con la mejora de este país. Y lo peor es que opina desde afuera porque, que yo sepa, no presentó ningún proyecto.
Usted presentó en la Legislatura un pedido de informes para conocer si el Gobierno porteño cumple en controlar lo reglamentado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y el Código de Edificación de la ciudad. ¿En qué sentido eso afecta la crisis energética?
Está claro que la gestión de la Ciudad está dominada por los grandes desarrolladores inmobiliarios. Hay un gobierno que aprueba esas decisiones y no controla lo que tiene que controlar. Muchas de las iniciativas funcionan con energía eléctrica y ahí es cuando, teniendo en cuenta que no hay planificación, vemos los problemas que surgen por la saturación de los servicios. Creemos que está bien que haya construcción y desarrollo urbano, pero tomando en cuenta que se debe resolver la crisis habitacional que existe. El principal problema de la energía es la falta de inversión de las empresas.
¿Cuál considera que es el mayor problema de planificación urbana de la Ciudad de Buenos Aires?
Hay también una cuestión ambiental. Nosotros venimos denunciando la venta de más de 500 hectáreas en la Ciudad de Buenos Aires de tierras públicas. Además, hay una desigual distribución de los espacios verdes. Y lo que vemos es que en vez de ocuparse de esto, el Gobierno sigue construyendo torres. Estamos viendo los efectos del cambio climático, el efecto “isla-calor”. Hay una necesidad inmensa de que haya superficies más absorbentes. Hay una política donde importa más el valor del metro cuadrado y no el de la calidad de vida de la gente.
¿Qué propuestas sugiere para solucionar algunos de estos problemas que usted menciona?
Con respecto a la crisis habitacional, el Gobierno Nacional emprendió un plan de viviendas. También, hay algo más estructural, que es el Plan del Uso del Suelo. Es la posibilidad de evitar que se incentive la demanda que produce la suba de los precios y, por otro lado, de que hayan alianzas entre los municipios para que pongan el territorio y el Gobierno Nacional para que facilite un plan de viviendas.
¿Y con respecto a lo que ocurre específicamente en la Ciudad de Buenos Aires?
Es un caso particular porque la población que vive en la Ciudad es cada vez mayor y, así y todo, se ha duplicado el déficit habitacional. Además, las personas tienen dificultades para alquilar en un rubro que está prácticamente dolarizado. Para la clase media es cada vez más difícil poder acceder a un hogar. Tenemos que, por un lado, crear políticas que faciliten la primera vivienda. Y, por otro lado, abandonar el sistema de especulación inmobiliaria que hace que muchas personas tengan que irse de la ciudad.
Usted criticó a la ministra de Educación porteña; Soledad Acula, por sus dichos sobre la educación. Si tuviera que hacer una autocrítica, ¿cuál diría que fueron los daños del cierre de las escuelas durante la cuarentena estricta?
Yo creo que la ciudad de Buenos Aires es una ciudad extraordinariamente rica. Y hay muchísimas personas, de la provincia particularmente, que vienen a trabajar y buscan que sus hijos utilicen los establecimientos educativos. Desde el 2017, el presupuesto educativo ha perdido diez puntos. La ministra ha provocado constantemente al sector educativo con frases desafortunadas. No hubieron políticas de infraestructura escolar, como por ejemplo de conectividad. Por supuesto que la pandemia también afectó la educación. Creo que de eso hemos aprendido y el Ministro de Educación de la Nación ha dicho que las clases presenciales son ahora una prioridad absoluta.
Más allá de las especulaciones sobre las intenciones políticas que pueden haber detrás de los reclamos al PAMI, ¿le parece correcto que la funcionara Luana Volnovich haya viajado al Caribe en esta coyuntura?
Yo creo que hay denunciadores seriales, como el caso de Ocaña, que ahora se montan sobre un organismo que ha demostrado una excelente gestión cumpliendo la promesa de entregar medicamentos y tener presencia territorial. Los problemas de la Argentina no pasan por el destino turístico que un funcionario elija. Los problemas pasan por cómo garantizar los derechos de los adultos mayores después del retroceso que hubo desde 2015 hasta 2019.
Sé que es muy pronto para hablar de candidaturas, ¿pero a quién ve como el posible candidato para las elecciones ejecutivas del 2023?
Nosotros creemos que lo importante es que mantengamos la unidad. Creemos que, en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, con el fin del ciclo de Larreta se abre la posibilidad de que haya alternancia. No te puedo dar nombres. La realidad es que estamos muy alejados de las elecciones. Y además, tenemos que aprovechar estos dos años para poder lograr lo que nos pidió la gente que nos votó en el 2019. Queda mucho por hacer antes de presentar candidaturas.