El sacudón político que causó Máximo Kirchner con su renuncia a la jefatura del bloque de diputados oficialistas apuraron a los distintos sectores de la alianza gobernante a definir una postura sobre el entendimiento con el FMI.
El escenario, admitieron a Clarín en el Frente de Todos, es incierto: aún no se conocen los detalles de lo que la administración de Alberto Fernández punteó con el organismo internacional.
Es repaso comenzó el último martes en las oficinas del secretario de Relaciones Parlamentarias e Institucionales, Fernando “Chino” Navarro quien junto a Sergio Chodos (segundo de Guzmán en la negociación con el FMI) “peinó” el mapa del Congreso.
Los últimos números, que terminaron en el escritorio del jefe Gabinete en ausencia del Presidente por su gira a Rusia y China, mostraban que dos tercios del bloque del Frente de Todos va a votar el acuerdo o entendimiento con el Fondo.
Un funcionario que vio los números le manifestó a Clarín: “Estamos en un piso de 80 diputados y cerca de los 90 votos a favor”. Eso determinaría que La Cámpora y otras terminales ultra K, acompañando el rechazo o la abstención del diputado Máximo Kirchner, estarían por encima de los 20 votos.
La preocupación por el número en el Parlamento fue parte de las charlas en dos encuentros que mantuvo Wado De Pedro esta semana en su despacho. El ministro del Interior recibió, en encuentros separados, al mencionado y a los ministros Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis, todos cultores del “albertismo puro”.
De Pedro, quien es el nexo de la Casa Rosada con Cristina y Máximo Kirchner, se mostró favorable al apoyo del acuerdo con el FMI; pero en esas citas no reveló qué conducta tomará el hijo de Cristina cuando llegue la hora de la verdad al sentarse en el recinto de Diputados.
▶ Los votos sindicales y de los movimientos sociales
Un lugar donde la Casa Rosada no tiene inconvenientes es en la CGT: de allí ya surgió un gesto explícito, a modo de comunicado, apoyando la negociación con el organismo internacional, fundamentado en la necesidad de que la economía crezca y esto derrame en los trabajadores.
El Presidente mantiene una relación de confianza política y personal con Héctor Daer, uno de los triunviros cegetistas. En El Gobierno confían en que Pablo Moyano acompañará -firmó el comunicado de la CGT- y agradecen apoyos como el del bancario -y también diputado nacional- Sergio Palazzo. Solo tienen ruido con Mario Manrique, el secretario adjunto de SMATA y segundo de Ricardo Pignanelli, quien mantiene línea directa con Máximo y corre a varios con un discurso propio de un alfil camporista.
Los curtidos hombres de la CGT califican de “ingenuidad” la actitud de Máximo Kirchner. “Hizo un daño que puede ser irreparable. En política estas cosas tienen costo, el Pibe debería haberlo aprendido”, le dijo a Calrín un pragmático un cacique sindical.
En el caso de las organizaciones sociales, Juan Grabois ya hizo explícito su rechazo en sintonía con el jefe camporista. del mismo modo que el combativo líder de la CCC, Juan Carlos Alderete, quien también ocupa una banca en la Cámara baja. Pero quien salió a “bancar” la posición oficial fue Daniel Menéndez, referente máximo de la agrupación Barrios de Pie y funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, quien se jugó a favor del Gobierno y comprometió ya el apoyo de su diputada nacional Natalia Souto.
▶ Los gobernadores la posible salvación
El jefe de Gabinete Juan Manzur, se movió en la última semana llamando y viendo a gobernadores e intendentes de todo el país. Para los gobernadores, la votación por venir será una oportunidad -como pocas- para realizar pedidos de peso. Varios se quejan de que el año pasado hubo subejecución en el Presupuesto Nacional. Y reclaman obras y la llegada de fondos a los distintos puntos del país.
Según Clarín en eso están desde los más peronistas (incluida Alicia Kirchner que ya dio su apoyo) hasta opositores como el jujeño Gerardo Morales, quien aportó por ejemplo dos votos a favor del impuesto a las grandes fortunas que impulsaba Máximo Kirchner
En la Rosada esperan el apoyo del neuquino Omar Gutiérrez y la rionegrina Arabela Carreras, que fueron parte de la gira por China, Rusia y Barbados con Alberto. Pero no conservan casi ninguna esperanza con Juan Schiaretti: el cordobés fue muy duro con el Gobierno nacional la última semana dando un discurso donde, con duros términos hacia la Casa Rosada, habló de “construir un país federal”.