Aunque la situación eléctrica parece normalizarse luego de que el Gobierno brasileño saliese en auxilio del argentino, la crisis no está del todo superada. El país comenzó a recibir unos 500 megavatios de la localidad brasileña de Itá, lo que permitirá, en las próximas horas, dar marcha atrás con el plan de racionalización de la energía. Sin embargo, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, se reunió con los máximos representantes locales de las empresas Edenor y Edesur para saber si existe la posibilidad de que haya cortes de luz.
"Ahora tenemos que ver cómo se desarrolla la situación en los próximos días. Todo esto va a depender de la cantidad de fluido eléctrico que haya. Lo que queremos es que si la situación se agrava nos informen de manera rápida, con tiempo y permanentemente, para saber si se van a producir cortes de luz o no. Para este caso necesitamos que nos avisen en que horarios se producirían y que nos den un cronograma de los cortes", manifestó el jefe comunal en declaraciones a La Red.
Por su parte, el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Roberto Feletti, también opinó sobre la crisis energética. "En principio el lunes sólo hubo una disminución en la corriente eléctrica del cinco por ciento. Y lo que realmente nos preocupa es que las empresas de energía tomen todas las medidas necesarias para que la crisis no afecte a los usuarios. Que no exista desabastecimiento en escuelas y hospitales. A pesar de esta hipótesis debemos estar tranquilos ya que por el momento las empresas no tienen programados ningún tipo de cortes. Lo que queremos es ir monitoreando una situación que es muy preocupante", sintetizó el funcionario porteño.
Pese a que la posibilidad de los cortes no parece inmediata Feletti señaló que "analizando el tema energético surgen dos preocupaciones. En primer lugar, en los últimos años se puso mucho énfasis en lo que es generación térmica, generación de energía por la vía de las centrales térmicas que consumen gas y petróleo, con lo cual hay una dependencia excesiva de ese combustible en detrimento de lo que era la generación nuclear o la generación por la vía hidroeléctrica. El otro problema es que con este nivel de crecimiento de la actividad económica, pueda haber un estrangulamiento de los insumos por la vía energética. En definitiva el desabastecimiento conspiraría contra el crecimiento del país"
Hilando más fino, el funcionario se mostró desconfiado de los índices actuales de desabastecimiento. "A mí me sorprende que con un crecimiento del ocho por ciento, rápidamente se toque el techo del desabastecimiento. Me alarma que ni bien se muestran señales de recuperación del nivel de actividad nos topemos con esta barrera. Esto es muy raro si tenemos en cuenta que el país tiene petróleo y cuencas gasíferas muy importantes. Es raro que no haya ningún tipo de reservas. Además, todos los estudios serios sostenían que la capacidad ociosa instalada en el plano industrial estaba un 40 por ciento por debajo de su utilización, entonces si llegamos a este techo del 100 por ciento. ¿Cuál sería el problema de abastecimiento energético que vamos a tener?"