En la Mansión Seré ahora pervive la memoria

En la Mansión Seré ahora pervive la memoria

En la siniestra Mansión Seré, adonde la Fuerza Aérea mantuvo secuestrados a cientos de militantes, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, firmó un convenio con el intendente de Morón, Martín Sabatella. El objetivo es recuperar los cimientos de la antigua mansión para convertirlos en parte de un Museo de la Memoria. En el proyecto trabajarán distintas ONG's


El Jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, firmó este miércoles a las 16 un convenio con el Intendente de Morón, Martín Sabbatella, para desarrollar programas relacionados con los derechos humanos y para recuperar los cimientos del antiguo centro clandestino de detención conocido como la "Mansión Seré".

Ibarra dijo en la ceremonia de firma del convenio que “este acuerdo pone de manifiesto nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos, y también con la defensa de aquellos derechos económicos, sociales y culturales que encierra su debate y enseñanza”.

La directora general de Derechos Humanos porteña, Gabriela Alegre, por su parte, le manifestó a NOTICIAS URBANAS que "venimos trabajando desde hace tiempo en la preservación de la memoria, y en este camino se inscribe la elaboración de este convenio".

El objetivo del acuerdo es instalar entre los restos de la mansión un Museo de la Memoria, en el que se realizarán además estudios de antropología forense. La Asociación Argentina de Antropólogos Forenses, junto con la "Asociación Seré", que dirigen Jaime y Sara Steimberg y otras ONG’s que agrupan a los vecinos, trabajarán con el apoyo de los gobiernos en el funcionamiento y mantenimiento del lugar.

La que fue alguna vez el casco de la estancia de la familia Seré está ubicada en la calle Blas Parera 48, en la localidad de Castelar, cerca del límite con Ituzaingó, en el Partido de Morón. Era una casa de dos plantas, rodeada de parque, en la que las ventanas y las celosías siempre cerradas. En el primer piso había una cocina con luz natural, un baño y varias habitaciones.

La familia Seré le donó el edificio a la Municipalidad de Buenos Aires, para que en ella funcionara el Instituto de Previsión Social. En 1976, el entonces intendente porteño, Osvaldo Cacciatore se la cedió a la Fuerza Aérea para que funcionara el casino de oficiales, pero en realidad en forma inmediata comenzó a funcionar un centro clandestino de detención de militantes políticos, que dependía de la VII Brigada Aérea de Morón y de la Base Aérea de Palomar.

En el lugar permanecieron secuestrados militantes de la zona oeste del Gran Buenos Aires y funcionó hasta que el 24 de marzo de 1978 Claudio Tamburrini, Guillermo Fernández, Carlos García y Daniel Russomano, que estaban secuestrados allí, lograron fugarse. Poco tiempo después, los militares la quemaron para borrar evidencias y así -semidestruída- permaneció hasta 1997, cuando el entonces intendente de Morón, Juan Carlos Rousselot, la hizo demoler. En una casa situada al lado de las ruinas funciona actualmente el Museo de la Memoria y la Verdad.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...