Los intendentes e intendentas bonaerenses del Partido Justicialista (PJ) que integran el Frente de Todos balancean en la interna que sacude a la alianza gobernante, que se desató desde la renuncia del diputado nacional Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en la Cámara de Diputados de la Nación en rechazo al acuerdo que el gobierno nacional selló con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente sabe que cuenta con un grupo de jefes territoriales del conurbano. Uno de ellos es el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, que días atrás, antes de la votación del acuerdo con el Fondo en la Cámara de Diputados, apuró a los legisladores nacionales. “Se pusieron en la lista, ahora voten lo que necesita el Poder Ejecutivo Nacional”, dijo durante un acto por el Día de la Mujer junto al mandatario. Fue el mismo día en que Fernández dejó trascender que podría ir por una reelección.
El intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, es otro de los intendentes que hoy se muestra cerca de Fernández, al igual que el de Berazategui, Juan José Mussi
En el llamado albertismo, los intendentes que reportan en esa mesa son dos jefes comunales en uso de licencia: Gabriel Katopodis (San Martín) y Juan Zabaleta (Hurlingham). El primero tiene un rol central en la contención interna del PJ bonaerense y de puente con el kirchnerismo. En la búsqueda de acompañamientos que significó la llegada de Kirchner a la presidencia del PJ, Katopodis tuvo un rol importante. El diálogo con el hoy titular partidario fue fluido.
Zabaleta, en tanto, es un ladero del Presidente. El último sábado, mientras Máximo Kirchner se hacía presente en el Encuentro de la Rama Femenina del PJ bonaerense, en San Vicente, Zabaleta estaba en un comedor infantil en Punta Indio con Fernández, su pareja Fabiola Yañez y la diputada nacional del FdT, Victoria Tolosa Paz (quién también dijo presente en la actividad del PJ bonaerense) y Descalzo.
Según Infobae, al binomio de ministros intendentes albertistas -ambos de la Primera sección electoral- se le suma el titular del ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, que además es el intendente en uso de licencia de Avellaneda, distrito que no desatiende del día a día y hoy bajo la conducción de Alejo Chornobroff. El año pasado, Ferraresi abrió la posibilidad de una reelección de Fernández.
El diputado nacional y exintendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, también es cercano a Fernández. Incluso se sienta en la mesa con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, al igual que el matancero Fernando Espinoza, que tiene un vínculo de años con el coordinador ministerial y lo usa para llegar sin intermediario a Casa Rosada. Pero Espinoza también aparece en el espinel cristinista.
Un actor clave para que el intendentismo mantenga el debate y las diferencias de praxis puertas adentro es el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde. El intendente en uso de licencia de Lomas de Zamora mantiene diálogo diario con Máximo Kirchner y fue uno de los que trabajó para su llegada a la presidencia del PJ bonaerense.
Insaurralde se solidarizó con Cristina Kirchner por el ataque a su despacho durante la votación del acuerdo con el Fondo en el Congreso. Además, también sin demasiado oleaje, suma respaldo propio: intendentes, legisladores provinciales y concejales recurren a Insaurralde por distintas gestiones.
Otro jefe comunal que busca sostener la unidad y hoy integra el gabinete bonaerense es Leonardo Nardini de Malvinas Argentinas. El actual ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia es además el encargado de la Junta Electoral del PJ bonaerense. Es otro que pivotea entre los frentes del Frente de Todos.
La postura de Kirchner de votar en contra del acuerdo al Fondo, e incluso su renuncia a la presidencia del bloque oficialista, también tiene adhesiones un poco más explícitas dentro del universo de intendentes. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, es una de ellas pese a que su cargo y nivel de gestión la lleve a mantener el diálogo con todo los intendentes.
