Luego de que la conducción de la coalición opositora lograra la semana pasada consensuar la estrategia legislativa y acompañar el proyecto del oficialismo con el objetivo de evitar el default -el aporte de los votos de JxC fue clave para que Alberto Fernández consiguiera la media sanción-, una nueva jugada impulsada por el Pro volvió a provocar ruidos internos.
Es que los trascendidos de que la Casa Rosada analizaría un aumento de las retenciones al maíz, la soja y el trigo, puso un guardia a los jefes de Pro, sobre todo, a Patricia Bullrich y Mauricio Macri, quienes amagaron con no facilitarle al oficialismo el tratamiento del acuerdo con el Fondo en el Senado si Fernández no retiraba la medida.
Sin embargo la jugada de Pro -una idea apalancada por Bullrich- se diluyó apenas los voceros de la Casa Rosada, ante la presión del campo y las críticas tanto de la oposición como de los gobernadores peronistas de Córdoba, Juan Schiaretti, y Santa Fe, Omar Perotti, aclararan que el Ejecutivo nacional solo contempla subir dos puntos las retenciones a la harina y el aceite de soja, que tributan 31%.
Además, ni los radicales que responden a Gerardo Morales, jefe de la UCR, ni Martín Lousteau o Alfredo Cornejo ni la fuerza de Elisa Carrió estaban de acuerdo con condicionar el aval al convenio con el FMI a la suba de retenciones.
Es más, Lousteau y Cornejo relativizaron la movida del macrismo. “No hay nada que discutir, una cosa no tiene que ver con la otra”, apuntaron desde la bancada de la UCR. Desde Dubái, a donde viajó para participar de una misión comercial junto al canciller Santiago Cafiero y otros gobernadores del norte, Morales también minimizó el tema.
La maniobra de Bullrich provocó malestar entre las autoridades legislativas y partidarias de la fuerza de Carrió, quienes activaron sondeos entre los aliados del radicalismo y las “palomas” de Pro para saber si estaban en la misma sintonía que el macrismo.
Desde el CC le dijeron a La Nación: “Es válido y lógico armar una estrategia por el tema retenciones pero condicionar el apoyo en el Senado nunca fue parte de la conversación”.
Por su parte, desde la cúpula de Pro argumentan que el objetivo de filtrar que podrían retirarle el respaldo al acuerdo con el FMI en el Senado fue presionar al Gobierno para no aumente las retenciones a los granos.