La recaudación impositiva del mes de junio en la Ciudad de Buenos Aires arrojó una cifra que preanuncia un estado de meseta, al menos por el momento, aunque siempre en caída -esta vez leve- con respecto al año pasado.
La Ciudad recaudó en junio 186.490.00 pesos, lo que significa una disminución del 4,10 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado. Estos números superan en un 14 por ciento a la previsión que habían elaborado los economistas del propio Gobierno porteño, que adelantaban que no iban a recaudar más de 163 millones y medio de pesos.
Los especialistas destacan además que -si bien los proveedores del estado porteño cobran en LECOP, sin quejas hasta ahora- los empleados del Gobierno han cobrado siempre en pesos, al menos hasta el día de hoy.
En la prehistoria porteña, cuando los fuegos de diciembre estaban tan lejanos como el Hombre de Neardenthal: en una palabra, en junio de 2001, ingresaron en las arcas de la Ciudad 194.454.000 pesos. Desde entonces, los números de la recaudación fiscal comenzaron a caer de manera dramática. Tanto es así que la Ciudad recaudó en el 2001 casi 200 millones de pesos menos de lo previsto.
La caída ahora está disminuyendo en cuanto a los porcentajes, sin que esto signifique un aumento en la actividad económica. Las diferencias en los porcentajes con respecto al primer semestre del 2001 se explican porque en el segundo semestre de ese año comenzó a manifestarse con más agudeza la crisis que finalmente acabó con de la Rúa. Esta es la razón por la cual la caída recaudatoria se estabilizó en el 20 por ciento en el primer semestre de este año, en tanto que en el segundo semestre amaga que se va a mantener en el 4 o el 5 por ciento de caída.