No desaprovecha acto público ni situación propicia para cuestionar el juicio político al que se encuentra sometido. Así, el suspendido jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, se despachó a gusto durante la reinauguración de la Plaza 25 de Agosto, del barrio de Villa Urquiza, que se llevó a cabo el martes.
Ibarra consideró que el juicio político "va a contramano de todo; de la sociedad, que en su gran mayoría lo rechaza; de la Justicia, porque los jueces dijeron que ningún funcionario de gobierno tuvo responsabilidad directa sobre la tragedia, y de los peritos de la Corte, que determinaron que el SAME actuó bien".
"La conveniencia política -añadió Ibarra- no puede justificar cualquier cosa y acá se hizo lo peor, porque se exacerbó y se manipuló el dolor".
El jefe porteño aseguró que "todo esto forma parte de una gran maniobra política y por eso vamos a dar el debate, y lo bueno es que no estamos solos sino acompañados por gran parte de la sociedad". Finalmente, manifestó: "Espero que el juicio político no esté definido de antemano, porque si se basaran en las pruebas y en la investigación judicial esto ya se habría terminado. Cambiar a un jefe de gobierno que contó con el respaldo de más del 50 por ciento de la sociedad simplemente porque se pongan de acuerdo un grupo de legisladores, no es bueno para las instituciones", concluyó.
