El ex presidente Mauricio Macri participó del Foro Llao Llao en Bariloche, un evento exclusivo del que participaron los empresarios más importantes del país y donde también hablaron el diputado Javier Milei y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
Todavía no confirmó qué rol ocupará en la interna de Juntos por el Cambio durante las presidenciales del 2023 pero sobre Macri sobrevuela la idea del “segundo tiempo” de su gestión. Con un discurso donde primó la autocrítica por los errores de la gestión 2015-2019, Macri se presentó en el mejor lugar para convencer a los empresarios desencantados de que su proyecto de país es viable.
Si había un lugar obligado para convencer por segunda vez a las personas con mayor capital del país, era el foro del Llao Llao. Hasta allí llegaron el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperin, Martín Migoya (Globant), Roberto Murchison (Grupo Murchison) y Alberto Arizu (Luigi Bosca). También estuvieron Guibert Englebienne (Globant), Carlos Miguens (San Miguel), Agustín Otero Monsegur (San Miguel), Federico Braun (La Anónima), Verónica Andreani y Andy Freire (SoftBank).
Luego de vetar la posibilidad de que el diputado Javier Milei se sume a las filas cambiemitas y participando activamente de las decisiones del espacio opositor, el ingeniero tomó el centro de la escena con un look informal: camisa celeste, jean azul, zapatillas y chaleco inflable. Los detalles de lo que dijo salieron a cuentagotas, ya que el organizador del evento, Eduardo Elsztain (Grupo IRSA), se mostró celoso con la participación de la prensa.
El desaire a Milei reflejado en un comunicado de Juntos por el Cambio, sin embargo, no se manifestó en el encuentro que ambos compartieron ya que no se cruzaron, a pesar de la escasa diferencia horaria entre sus dos exposiciones. Lanzado a la carrera presidencial a 15 meses de la misma, Milei también desplegó su arsenal de ideas y conceptos al círculo rojo empresarial.
Otro presidenciable, Rodríguez Larreta, también se paró delante de las mesas de los comensales para relatar su plan de gobierno. Allí dijo que el próximo jefe de estado “no va a tener 100 días, sino 100 horas para dar señales claras y contundentes que muestren cuál va a ser su impronta y el rumbo del país”. Aclaró, además, que ese modelo fue llevado adelante en Uruguay por Luis Lacalle Pou, en referencia a las 400 medidas de gobierno que propuso para modificar estructuralmente los problemas del país oriental.
Hasta allí, un candidato que reconoce que competirá (Milei), otro que no lo dice pero actúa en consecuencia (Larreta) y un último que da señales de que puede ir por la revancha en la Casa Rosada. “Mauricio va a ser candidato”, dijo el miércoles uno de sus competidores internos, el gobernador jujeño Gerardo Morales. La interna entre ambos tienen tanto voltaje que el presidente de la UCR nacional lo acusó de operarlo para perjudicarlo.
Otro que deslizó la idea de un “Macri 2023” fue el periodista de La Nación, Carlos Pagni, asegurando que jugará en la interna cambiemita. La danza de nombres en la coalición opositora comenzó a moverse cada vez con más velocidad y nadie se quiere perder la oportunidad.
Este jueves, Elisa Carrió dijo que si la situación del país se sigue complejizando, está dispuesta a discutir, lo mismo que el peronista republicano Miguel Pichetto. María Eugenia Vidal afirmó hace días que le gustaría ser presidenta. La jefa del Pro, Patricia Bullrich, ya trabaja con un equipo para las presidenciales. Los radicales Morales y Facundo Manes quieren imponer su propia candidatura por la tonificación que mostró el partido en las últimas elecciones. También están Macri y Larreta.
Dispuesto a renovar la confianza en los desencantados que lo entronaron en 2015 y se decepcionaron al final de su mandato, el ex presidente expuso sus argumentos en el Llao Llao y dejó abierta, una vez más, la puerta de una nueva batalla por el sillón de Rivadavia.