Últimamente los medios de comunicación mundiales, incluyendo los argentinos, escriben mucho sobre la situación en Ucrania, sin embargo, a menudo haciendo caso omiso de la cuestión de los amplios suministros de armas modernas a este país por parte de los EE. UU. y otros estados occidentales. La Embajada de la Federación de Rusia elaboró una información detallada al respecto con el fin de difundirla posteriormente en los medios de comunicación. Sin embargo, los periódicos centrales y los portales digitales, a los que remitimos dicho material, rechazaron su publicación. Teniendo en cuenta la importancia excepcional del mencionado asunto quisiera señalarlo a la atención de las autoridades y el público de la República Argentina.
Desde el inicio de la crisis en Ucrania en 2014 Estados Unidos y sus aliados han tomado una decisión peligrosa y criminal. En vez de instar al régimen de Kiev, que asumió al poder tras el golpe de estado, a que cumpla estrictamente los acuerdos de Minsk, decidieron usar todos los medios para ponerlo en contra de Rusia y al mismo tiempo “bombearlo” con armas modernas. Precisamente con el uso de estas mismas armas se cometieron actos de genocidio contra la población civil de Donetsk y Lugansk durante ocho largos años. Hemos entregado pruebas documentales de los crímenes de los nacionalistas ucranianos a nuestros socios extranjeros, incluida Argentina.
Desde 2014, los Estados Unidos han estado enviando activamente sistemas para contrarrestar el fuego de mortero y vehículos militares a Ucrania. Desde 2018, el volumen de entregas ha aumentado, las armas letales han entrado en el país, incluidos los sistemas de misiles antitanque Javelin.
Después de que Rusia inició la operación militar especial para proteger Donbass en febrero de 2022, Kiev comenzó a aceptar armas, municiones y equipos militares occidentales casi a diario. Hasta el 6 de mayo, solo los estadounidenses han enviado ayuda militar por valor de 3.800 millones de dólares a Ucrania. Se establecieron entregas periódicas de sistemas antitanques y antiaéreos, armas pequeñas, municiones, chalecos antibalas y equipo relacionado. A éstos siguieron los transportes blindados de personal M113, los helicópteros Mi-8, los drones “kamikaze” Switchblade, los radares de contrabatería AN/TPQ-36 y los obuses M777 de 155 mm. El 22 de abril, Washington anunció la entrega de los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad HIMARS y M270 MLRS a Ucrania, y el 2 de mayo, alrededor de 5 mil sistemas antitanque Javelin.
Los países de la Unión Europea también se han convertido en una generosa fuente de ayuda militar para Ucrania. Este mes, se anunció la intención de llevar el monto total de la ayuda relevante de la UE a 2 mil millones de euros.
La cooperación activa se lleva a cabo a través de canales bilaterales. Alemania, Australia, Canadá, Polonia, la República Checa, Dinamarca, Suecia, Noruega y otros estados occidentales entregan regularmente armas, incluidas armas letales, equipos y municiones a los militantes del régimen neonazi. Los volúmenes son asombrosos: junto con sus aliados los EE. UU. ya han suministrado más de 60 000 sistemas antitanque y más de 25 000 sistemas portátiles de defensa aérea a Ucrania.
Pero para algunos, esto parece no ser suficiente. Cada día se anuncian más y más nuevos créditos. El 7 de mayo de 2022, el Reino Unido anunció un paquete de 1.300 millones de libras esterlinas a Kiev para gastar en artillería de largo alcance, misiles antibuque y vehículos aéreos no tripulados. El 21 de mayo, el presidente de los Estados Unidos firmó un proyecto de ley sobre un paquete de ayuda récord de 40.000 millones de dólares para Ucrania. De este monto, 20 mil millones serán dirigidos directamente a las necesidades militares: artillería de largo alcance, radares y otros equipos. Hay información sobre los planes de Washington para suministrar a Kiev los modernos misiles antibuque Harpoon y Naval Strike Missile.
Habiendo acelerado el volante del complejo industrial militar, Estados Unidos recordó tal herramienta como Lend-Lease. Durante la Segunda Guerra Mundial, este programa tenía como objetivo ayudar a los aliados de la coalición anti-Hitler, incluida la URSS. Paradójicamente, hoy en día el Lend-Lease se utiliza para apoyar a los herederos ideológicos de Hitler que literalmente son los nazis ucranianos.
El Occidente colectivo aboga por la paz y un arreglo político en Ucrania solo con palabras. En realidad, sigue echando leña al fuego de la conflagración iniciada por las autoridades de Kiev. Es evidente la falta de escrúpulos, hipocresía e inmoralidad de los políticos, cuyo verdadero objetivo es prolongar la “guerra proxy” contra nuestro país, llevada a cabo por las manos de los ucranianos. Pero han olvidado en las capitales occidentales que Rusia nunca pierda.