El jueves 26 se realizó la primera reunión del Consejo de la Magistratura con la nueva conformación de 20 miembros tal como lo estableció la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo dictado en diciembre del año pasado.
En el primer encuentro los consejeros esperaban algún tipo de definición clara por parte del Presidente del cuerpo y del Máximo Tribunal, Horacio Rosatti. Por otro lado, todo el Poder Judicial pretendía que se presentara algún plan para atender sus múltiples falencias. Nada de eso ocurrió. Rosatti hizo una presentación protocolar, un saludo y un comunicado.
Una vez que finalizó la reunión, como suele ocurrir, los consejeros comenzaron a relatar lo que sucedió en conversaciones informales. De acuerdo a lo que pudo reconstruir Infobae en esas charlas revelaron algunas tensiones que hay en el organismo.
Los miembros del Consejo de la Magistratura le manifestaron al Presidente de la Corte múltiples demandas sobre temas que importan a unos y a otros. Un grupo de consejeros le reclamó a Rosatti la aprobación de las ternas de jueces que completan la Cámara Federal porteña, en reemplazo de los desplazados jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi.
Frente a ese planteo Rosattti intentó dar a entender que ese no era su tema. Fue entonces que los consejeros le pidieron precisiones acerca si estaba allí en representación personal o de la Corte, porque si lo hacía representando al Máximo Tribunal correspondía que apruebe las ternas, eso es lo que dice el fallo de fines del año pasado. Un momento incómodo para el presidente del Consejo que intentó salir del paso prometiendo aprobar las ternas de jueces en el próximo plenario, que se celebrará el próximo 2 de junio.
En el año 2020 hubo un gran debate nacional alrededor de la situación de Bruglia y Bertuzzi, que ocupó los titulares de los medios y hasta se llegaron a hacer manifestaciones callejeras, mayoritariamente a favor de la permanencia de ambos magistrados en sus cargos. La Corte Suprema dictó un fallo dictaminando que no podían permanecer como jueces transitorios, y que debía hacerse un concurso. Ese fallo fue firmado por Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti, Elena Highton con un voto concurrente y en disidencia votó Carlos Rosenkrantz.
El Consejo de la Magistratura avanzó con el concurso para cubrir esos cargos de la estratégica Sala I de la Cámara Federal de la Capital, que actualmente siguen ocupados por los jueces Bruglia y Bertuzzi. El concurso tramitó, se hicieron los exámenes y las calificaciones y está terminado. Las ternas están y sólo falta la aprobación por parte del plenario, para lo que se requiere de los dos tercios.
El oficialismo intentó varias veces que se aprueben estas ternas, sin lograr la mayoría -apenas por un voto- intentándolo hasta las últimas sesiones del Consejo antes de que se venza el plazo en que comenzaba a regir la nueva ley.
Además uno de los consejeros planteó la necesidad de dar una señal contundente y clara a la sociedad suspendiendo a magistrados muy cuestionados como es el caso del juez federal de Mendoza Walter Bento, reclamo que fue recibido en silencio por Rosatti.
El juez Bento, procesado por hechos delictivos graves, parece que continúa bajo protección. La única medida que se adoptó fue excluirlo de un concurso, lo que era absolutamente obvio. Pero fue una medida engañosa, porque Bento sigue actuando en Mendoza, como juez federal y dirigiendo las elecciones, sin que el Consejo adopte ninguna medida de suspensión.
Por su parte el administrador del Consejo de la Magistratura, Claudio Cholakian comentó con varios consejeros que no hay fondos suficientes para continuar con la actividad del organismo por lo que es imprescindible hablar con el Poder Ejecutivo para que libere recursos. Esto implica que Rosatti, como presidente del Consejo, deberá negociar con el titular del PEN, Alberto Fernández o con el Jefe de Gabinete de Ministros, el tucumano Juan Manzur el aporte de fondos para el normal funcionamiento del Poder Judicial.
Según las fuentes consultadas por Infobae, los consejeros continuaron con la lista de pendientes y le hicieron conocer a Rosatti que hay unos trescientos expedientes de licitaciones que son urgentes para distintos juzgados y que están paralizadas a la espera de su firma.