Al parecer el "apure" que el ministro de Educación, Alberto Sileoni, insinuó cuando advirtió que la habría Educación Sexual en los colegios porteños "con o sin ley" provocó la reacción en algunos legisladores de la Ciudad para intentar llegar al acuerdo tan buscado.
Así, este lunes 25, la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, a cargo del macrista Marcos Peña, presentará al Ministro un borrador de una Ley consensuada. Los legisladores porteños acordaron un proyecto para dictar educación sexual desde el preescolar en todos los colegios privados y públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
Luego de cuatro años de debate, los diferentes bloques se pusieron de acuerdo para aprobar una ley de Educación Sexual antes de fin de año y aplicarla a partir de 2007. El proyecto, que tiene el visto bueno de la Iglesia.
El proyecto consensuado asegura que el Ministerio de Educación brindará los contenidos mínimos, adaptados a la edad de los chicos, y que cada colegio podrá adaptarlos según los "valores de su ideario y las realidades de su proyecto educativo".
En la reunión de este lunes, además de presentar el borrador, la Comisión escuchará las propuestas sobre los lineamientos curriculares que está elaborando Educación para cuando se apruebe la ley.
Según se dejó trascender en los pasillos legislativos, diez de los once legisladores que integran la Comisión están de acuerdo con el texto y sólo el macrista Jorge Enríquez mostrará disidencias.
Esperanzados por el acuerdo logrado, nadie en "on" pero todos en los pasillos (para no "quemar" el proyecto), aseguran que "en quince días habrá un despacho de comisión y en otras dos semanas la Legislatura podría convertir en ley este proyecto".
Los puntos más destacados del proyecto consensuado son los siguientes:
– Se establece la enseñanza de “Educación Sexual Integral” en todos los niveles y modalidades del sistema educativo público de gestión estatal y gestión privada dependientes del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
– El Ministerio de Educación elaborará los contenidos curriculares obligatorios mínimos, graduales y transversales, teniendo en cuenta las distintas etapas de desarrollo de los/as alumnos/as.
– La Educación Sexual Integral comprende el conjunto de actividades pedagógicas destinadas a favorecer la salud sexual, entendida como la integración de los aspectos físicos, emocionales, intelectuales y sociales relativos a la sexualidad, para promover el bienestar personal y social mediante la comunicación y el amor.
– La educación sexual se basa en principios como “la valoración de la comunicación y el amor”, “el derecho a la intimidad como elemento indispensable en los comportamientos sexuales”, “el respeto a la diversidad de valores en sexualidad”, “el rechazo a toda práctica sexual coercitiva o explotadora y a todas las formas de abuso y violencia sexual”, y “el reconocimiento de la perspectiva de género para la modificación de los patrones socioculturales estereotipados con el objeto de eliminar prácticas basadas en el prejuicio de superioridad de cualquiera de los géneros”.
– Los objetivos de la Educación Sexual serán “brindar información científica, precisa, actualizada y adecuada a cada etapa evolutiva, acerca de los distintos aspectos” de la sexualidad.
– También se propone “fomentar el cuidado y la responsabilidad en el ejercicio de la sexualidad, promoviendo la paternidad y la maternidad responsable y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual”.
– Otro de los objetivos es “prevenir toda forma de violencia y abuso sexual”.
– Se promueve además “la modificación de los patrones socioculturales estereotipados con el objeto de eliminar prácticas basadas en el prejuicio de superioridad de cualquiera de los géneros.
– Los establecimientos educativos integrarán “los contenidos mínimos obligatorios a los valores de su ideario y las realidades de su Proyecto Educativo Institucional con la participación de las familias en el marco de la libertad de educación”.
– El Ministerio de Educación garantizará además la oferta de talleres de formación y reflexión para padres, madres y tutores, respetando las convicciones de cada comunidad educativa, y la formación y actualización de los docentes a fin de que puedan tener las herramientas necesarias para abordar el proceso de enseñanza sobre este tema.