En mayo, los comercios sintieron la erosión del poder de compra de las familias y las menores propuestas de financiamiento que tienen los consumidores. Así lo explicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) al informar que, según su relevamiento, las ventas minoristas de los comercios pymes retrocedieron el mes pasado un 3,4% interanual, a precios constantes.
La caída es aún más abrupta si se la contrasta con abril: fue del 8,9%. Si bien en mayo influyó negativamente que hubo dos días menos de venta, por los feriados del censo (miércoles 18) y el Día de la Revolución de Mayo (miércoles 25), se trató del primer mes en lo que va del año en registrar números en rojo.
“Para el comercio, mayo fue un mes limitado por los aumentos de precios y de costos, que debilitaron su rentabilidad y el ánimo del consumidor. Los consumidores se volcaron a las promociones. El Hot Sale, si bien tuvo buenos niveles de adhesión, tampoco le marcó diferencia al empresario pyme como en otras ocasiones”, explicaron en la entidad.
De acuerdo con el índice de ventas minoristas pymes de CAME, estudio que se elaboró en base a su relevamiento mensual entre 895 comercios del país, el 49,9% de las pymes comentaron que sus ventas del mes fueron entre “buenas y muy buenas”, aunque fueron 6,5 puntos porcentuales menos que en abril (56,4%).
Si se observan las utilidades obtenidas, el 38,4% las calificó como “buenas o muy buenas”, una desmejora de 3,8 puntos frente a la encuesta previa (42,2%). La buena noticia es que, pese a la baja que presentó mayo, en los primeros cinco meses del año las ventas acumulan un alza del 5,4% en comparación con el mismo período de 2021.
▶ Los rubros más golpeados
Todos los rubros registraron un descenso de las ventas, tanto en la comparación anual como mensual. No obstante, el sector más perjudicado fue el de indumentaria, lencería y accesorios, ya que las ventas retrocedieron 9% anual y 13,8% mensual.
“El mayor problema de este rubro fueron los saltos en los precios, que no solo desalentaron el consumo, sino que activaron la venta informal por redes y grupos sociales, perjudicando al comercio formal. También los faltantes de mercadería y las menores opciones de financiamiento restaron ventas. Este mayo se sumó además un feriado adicional, el del Censo, que también incidió en el flojo balance del mes”, sumó la CAME.
El segundo rubro con menor cantidad de ventas fue el de bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles. En este caso, la rama de actividad tuvo un declive del 3,3% frente a mayo 2021 y del 8,4% intermensual, siempre medido a precios constantes.
Al explicar la baja, en el sector remarcaron que hubo demoras en las entregas -especialmente en blanquería- y, sobre la segunda quincena de mayo, el comprador “desapareció”. La situación se endureció para aquellos negocios orientados al rubro decoración, donde “se vendió a cuentagotas y productos de bajo precio”. Aun así, entre el Día del Padre y el aguinaldo, se espera que junio sea otro cantar.
En alimentos y bebidas las ventas descendieron 2,9% interanual y 4,2% en comparación con abril. Ante el aumento generalizado de los precios -en abril la inflación fue del 6%-, los consumidores fueron medidos frente a los cambios constantes de precios. Los comerciantes notaron que los clientes prefirieron segundas marcas y “comprar solo lo necesario”.
A esto se le suma a que algunos locales vienen recortando el stock y reponen de forma más lenta. En consecuencia, “tienen problemas para conseguir variedad, y eso también le deja menos opciones para elegir al consumidor”.
En tanto, el sector farmacia y perfumería tuvo un descenso del 1,8% anual y 13,6% mensual. En farmacia, el frío disparó la venta de antigripales, antibióticos, analgésicos y vitaminas, pero los faltantes de productos demoraron la de otros medicamentos para tratamientos más específicos.
“La peor situación fue para las perfumerías, que tuvieron muy poco movimiento en el mes, especialmente las que mantienen mayor oferta de artículos importados. Algunos comercios compensaron incorporando marcas nacionales y económicas”, subrayó la CAME.
En los negocios de calzado y marroquinería, las ventas disminuyeron 1,6% frente al mismo mes del año pasado y 7,9% por debajo de abril. En el sector explicaron que la caída de mayo es habitual, ya que el calzado de invierno se vende principalmente en abril y el escolar, entre febrero y marzo. Sí hubo mayor demanda de zapatillas deportivas, aunque frenada por la falta de variedad de productos.
Las descripciones de los comerciantes se repiten. “La gente pregunta por calzados que las grandes marcas no están entregando”; “no estamos recibiendo lo que pedimos”; “la gente no tiene dinero y no compra, prioriza otros gastos”, fueron algunas de las respuestas que le dieron a la encuesta de CAME. Una vez más, la suba de precios vuelve dificultosa la reposición de mercadería y las empresas optan por comprar lo que se vende rápido.
En el otro extremo, el sector que registró la menor caída fue ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción, donde el expendio bajó 1% anual y 8,1% versus abril. Sin embargo, la mayoría de los comercios consultados respondió que fue un “mal mes”.
“Las empresas se mantuvieron mayormente con la venta de artículos necesarios para reparaciones o para pequeñas obras. Las promociones y publicidades encaradas por cada empresa tuvieron incidencia en las ventas de algunos productos, pero se generó poco arrastre hacia otros, como suele suceder”, concluyó el informe.