El exchofer del exsubsecretario de coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, Oscar Centeno, se presentó a la Justicia para solicitar ver los cuadernos donde habría dejado registrado la ruta de las coimas que habrían pagado empresarios a exfuncionarios del gobierno kirchnerista, para corroborar que sean sus anotaciones originales.
La presentación fue realizada ante los jueces del Tribunal Oral Federal N°7, que llevan adelante el juicio oral y público contra la actual vicepresidenta Cristina Kirchner, el exministro de Planificación, Julio de Vido, y otros ex funcionarios, acusados de ser parte un mecanismo de recaudación ilegal en una causa de presunta mega corrupción.
Ante ese Tribunal, el exchofer de la mano derecha de De Vido pidió revisar sus anotaciones en aquellos cuadernos que fueron respaldados por la Cámara Federal porteña cuando desde el kirchnerismo señalaba que eran únicamente fotocopias. Un amigo de Centeno, que tenía en su poder los escritos se los cedió al periodista de La Nación Diego Cabot, que luego los llevó a la Justicia.
Sin embargo, el autor de las anotaciones manifestó que los había quemado en la parrilla de su casa, pero un año y medio después, aparecieron seis de los ocho originales. Mientras se realizan los análisis pertinentes para verificar su autenticidad, el contenido de los cuadernos había sido constatado por 31 arrepentidos en la causa y otros peritajes (activación de las antenas de celular, patente de los vehículos, etc.).
Tras un declaración testimonial en España, Centeno ratificó ser el autor de lo que se encuentra escrito en los cuadernos y libretas, en un caso abierto en Madrid sobre la firma Isolux. En ese contexto, el defensor oficial Sergio Steizel, planteó ante los jueces que el ex chofer quiere ver “esos elementos secuestrados” pues se trata de la única persona que podría reconocerlos visualmente.
Recientemente, el empresario Armando Losón ordenó una pericia privada de los tramos de los escritos que lo implicaban a él. Según las conclusiones arrojadas, su nombre “fue agregado” para “incluirlo en más pagos de los correspondientes”. En ese sentido, no puso en duda la existencia de los cuadernos ni la estructura que se investiga pero pidió que se vuelva a evaluar su situación particular.
▶ Los cuadernos de Centeno
En su última declaración, el exchofer confirmó que comenzó con sus anotaciones “desde el principio”, cuando empezó a trasladar a funcionarios del Ministerio de Planificación, entre quienes mencionó al ex subsecretario de Coordinación, Roberto Baratta, al exsecretario privado de Julio De Vido, Nelson Lazarte, al exdirector de Energías Renovables, Fabián Ezequiel García Ramón, y al exasesor Hernán Gómez. Y paró de escribir en noviembre de 2015, un mes antes de que se terminara el segundo mandato de Cristina Kirchner, porque -aseguró- tomó conciencia de lo arriesgada que era su conducta.
Según su testimonio , la única persona que sabía de sus anotaciones era su amigo Jorge Bacigalupo, a quien luego le entregó los cuadernos ante el miedo de que le allanaran su domicilio. Bacigalupo fue quien le dio este material al periodista Diego Cabot, quien publicó la investigación.
Si bien Centeno creyó que los cuadernos estaban quemados, ahora afirma que no está seguro de ello, ya que escuchó en los medios que habían “aparecido algunos”.