El precio promedio de la combustible alcanzó los cinco dólares por primera vez en la historia. Los precios aumentaron durante las últimas ocho semanas, y este último hito marcó el decimoquinto día consecutivo en que la lectura AAA alcanza un precio récord.
El promedio nacional se situó en u$s4,07 cuando la serie actual de aumentos de precios comenzó el 15 de abril. La lectura de precios actual representa un aumento del 23% en menos de dos meses.
“La inflación provocó que la confianza del consumidor alcanzara un mínimo histórico el viernes”, según una encuesta de la Universidad de Michigan.
De hecho, el aumento del combustible explica gran parte de los últimos datos del CPI en Estados Unidos. La inflación en mayo anotó 8,6% en 12 meses, un máximo desde diciembre de 1981, según datos del Departamento de Trabajo divulgados el viernes.
En la comparación mes a mes con abril, el incremento de precios fue de 1,0%, mientras que entre marzo y abril el alza fue de 0,3%. La cifra es superior a lo esperado por los analistas. Los expertos interrogados por la agencia Bloomberg anticipaban una inflación anualizada estable con relación al registro de abril. En el mes esperaban un incremento de 0,7%.
El combustible tuvo un incremento de 4,1% en mayo, mientras la vivienda, pasajes de avión y vehículos también subieron de precio. Rubros como cuidados médicos, muebles, ocio y vestimenta tuvieron asimismo aumentos. Los precios de la energía aumentaron 34,6% en un año, su mayor incremento desde setiembre de 2005.
Los precios de los alimentos tuvieron su mayor incremento desde marzo de 1981, con una variación al alza de 10,1% en 12 meses.
“Estos datos indican que la inflación no cederá rápidamente”, sostuvo Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon y añadió: “La inflación CPI (ndlr: basada en los precios al consumo) será probablemente superior a 6% en diciembre”.
Por su parte, Wall Street acusó el golpe. Sus indices se desplomaron y tuvieron peor semana desde enero. El índice industrial Dow Jones dejó 2,73%, el tecnológico Nasdaq, se desplomó un 3,52% y el S&P 500, considerado el más representativo del mercado, perdió 2,91%