Fernando Caeiro presidirá el bloque radical

Fernando Caeiro presidirá el bloque radical

En el bloque radical -y en casi todos los demás bloques legislativos- se están produciendo los cambios habituales de fin de año. Los radicales deben definir la designación de tres puestos claves del parlamento de los porteños: el vicepresidente primero del cuerpo, el secretario administrativo y, para adentro, el presidente del bloque. Aunque hubo -y habrá aún más- discusiones, polémicas y hasta algún grito, las espadas seguirán envainadas y las cosas no pasarán a mayores


Hacia el fin de este cruel año 2001, los cambios que se avecinan en los bloques parlamentarios porteños ya comenzaron a producir los primeros crujidos. Los radicales, que poseen una tradición centenaria en el arte de la negociación, son los que primero resolvieron el reparto de los espacios internos de poder.

La ecuación que están resolviendo en estos días los descendientes de Leandro Alem está compuesta por tres variables, ya que tres son los cargos importantes en los que deben designar a sus hombres. El más importante ya está resuelto desde hace tiempo. Cristian Caram, de la línea Futuro (terragnistas), y que hasta esa fecha presidirá el bloque, será elevado hasta la vicepresidencia primera del cuerpo, en reemplazo de otro radical: Jorge Enríquez.

Por debajo de este cargo, los radicales deben designar al secretario administrativo del cuerpo y al nuevo presidente de su propia bancada. Para resolver estos dos temas sin que la sangre llegue al río, las líneas mayoritarias -el delarruísta Movimiento de Participación y el Ateneo del Centenario, de Jesús Rodríguez- acordaron designar a uno cada uno. Los seguidores de Jesús le ofrecieron al delarruísmo elegir primero, provocándoles un fuerte conflicto interno. El diputado nacional Rafael Pascual -que a fin de año tendría empleo en Balcarce 50, en el despacho que ahora ocupa Ramón Mestre- quería optar por la secretaría administrativa, pero, ante la controversia que se armó, liberó las manos de sus seguidores, que optaron finalmente por elegir al presidente de la bancada, que será Fernando Caeiro.

De todos modos en esta lucha habrá heridos. Los seguidores del "Coti" Nosiglia, de la línea Cambio Radical, son la menor de las minorías: dos diputados. A pesar de su escaso número, no era escasa su ambición. Intentaron promover al diputado Campos a la presidencia del bloque, pero sus rivales internos les cerraron el paso con el argumento simple de las manos levantadas. A partir de esta situación, la pequeña pero bulliciosa tropa nosiglista va a hacer retumbar sus voces, aunque sin demasiadas esperanzas.

El diputado delarruísta Fernando Caeiro, a pesar de todo, aseguró que "prefiero apostar al consenso porque prefiero conducir un bloque unificado y no disperso. Ibarra acompañó con su firma el pacto de los gobernadores, y a nosotros nos reconfortó su actitud. Hay que ayudar a la gobernabilidad en un momento muy complicado y a eso vamos a apostar".

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