"Es común escuchar a profesionales de la biología quejarse por las dificultades que enfrentan en el mercado laboral por carecer de una matrícula, fundamentalmente, en aquellos ámbitos de convivencia con otras profesiones con habilitación profesional", explican los fundamentos del proyecto de ley presentado por el diputado justicialista Víctor Picciano para matricular a los biólogos.
En la iniciativa se establece que para ejercer la profesión de biólogo en la jurisdicción de la Ciudad de Buenos Aires se debe poseer título universitario habilitante o, en su defecto, título revalidado ante las autoridades universitarias nacionales; estar inscripto en la correspondiente matrícula ,que estará a cargo del Colegio Profesional de Ciencias Biológicas y abonar la cuota de colegiación que para cada período anual se establezca.
Según consta en el proyecto "lo único que no se considerará ejercicio profesional son las actividades de índole académicas realizadas en el marco exclusivo de las relaciones de dependencia con instituciones académicas reconocidas oficialmente".
La propuesta establece que la inscripción en la matrícula se efectuará a solicitud del interesado, quien deberá acreditar su identidad; presentar el título universitario habilitante; declarar domicilio real y domicilio profesional, este último en jurisdicción de la Ciudad y no estar afectado por las causales de inhabilitación para ejercicio profesional. Es decir, no podrían haber sido condenados criminalmente por la comisión de delitos de carácter doloso, salvo que hubieren cumplido con la condena, ni a penas de inhabilitación profesional. Tampoco podrían ejercer la profesión los fallidos o concursados mientras no fueran rehabilitados, ni los excluidos definitivamente o suspendidos del ejercicio profesional por otras instituciones similares a la que se crea, en virtud de sanción disciplinaria y mientras dure la misma.
Si la ley se aprueba, será la obligación del Colegio Profesional propuesto por la iniciativa fiscalizar y promover el correcto ejercicio de la profesión y el decoro profesional, a cuyo efecto se le confiere poder disciplinario para sancionar transgresiones a la ética profesional, sin perjuicio de la jurisdicción correspondiente a los poderes públicos. Se plantea que esta potestad disciplinaria sea ejercida por medio de su Tribunal de Disciplina.
Para Picciano, "los objetivos de agrupar en un cuerpo colegiado a biólogos que cuenten con título habilitante profesional defender la competencia e intereses profesionales de los biólogos son impulsar actividades formativas en las diferentes áreas de la biología; opinar colegiadamente sobre temas y problemas biológicos y ambientales, regionales, nacionales e internacionales; gestionar apoyos diversos a sus colegiados y a estudiantes de la carrera de Ciencias Biológicas y ofrecer asesorías colegiadas a los sectores público, privado y social".
"El funcionamiento de un Colegio Profesional -añadió- no perturbará ni impedirá la existencia de otras asociaciones o entidades de carácter puramente privadas, porque el principio constitucional que consagra la libertad de asociarse con fines útiles mantiene toda su vigencia. Es de destacar que la iniciativa cuenta con la adhesión de más de 400 firmas de los miembros de la comunidad de ciencias biológicas, graduados y estudiantes".