Momentos de tensión se vivieron en el Senado este jueves cuando un senador del oficialismo se paró de su banca en medio de un acalorado cruce con un opositor y se acercó para “explicarle algunas cosas”, a lo que el contrario le dijo que se encontrarían afuera para batirse a duelo si fuera necesario.
El escándalo se desató en medio de una sesión pública con ocho proyectos en el temario, entre los cuales figuran el “alivio fiscal” para monotributistas y trabajadores autónomos; una moratoria previsional para hombres y mujeres sin los años de aportes; la nueva ley de VIH Sida y un régimen de protección integral de niños con cáncer.
El jefe del bloque de la UCR, Luis Naidenoff, expresó duras críticas contra el presidente Alberto Fernández por su visita a la dirigente social jujeña Milagro Sala y por su “intromisión” en la situación judicial de la misma.
Según el senador radical, Fernández viajó a Jujuy a visitar a Sala solo para congraciarse con el kirchnerismo duro y con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Es un presidente que está perdido”, dijo Naidenoff.
Minutos después, el jefe del interbloque oficialista, el también formoseño José Mayans, pidió la palabra y acusó a su comprovinciano de haber incurrido en lo que él denomina “deslealtad parlamentaria”, por no acotarse al temario propuesto en Labor Parlamentaria.
Silvina Giacoppo, de Juntos por el Cambio, había abierto el debate sobre Sala afirmando que como jujeña se sentía “terriblemente agraviada” por el accionar del jefe de Estado. “No puedo dejar pasar este hecho por la gravedad que el mismo tiene. Voy a presentar por escrito las 60 causas que tiene Sala con sentencia en primera, segunda y tercera instancia”, dijo.
A su turno, el senador Guillermo Snopek, del Frente por Jujuy-Frente de Todos, habló con un claro estado de nerviosismo. “No hay libertad de expresión en mi provincia. Han detenido al gobernador Eduardo Fellner y a funcionarios. Eso fue para ejemplificar que a quien piense distinto le va a costar mucho”, dijo y denunció que no existe la división de poderes en la provincia norteña.
Tras los primeros cruces por un tema que no estaba en el temario y fue planteado vía mociones de preferencia y de privilegio, Cristina Fernández de Kirchner lo miró a Mayans y le dijo: “Yo le dije lo que iba a pasar, es usted muy confiado. Confía en la palabra de los que parece ser que no tienen palabra”.
Cristina dijo que ella le había advertido a Mayans que los senadores de Juntos por el Cambio no iban a cumplir con el compromiso de acotarse al temario.
▶ Casi se van a las manos
Tras la larga discusión de los legisladores por la situación de Sala y el estado de la Justicia en Jujuy y luego de las chicanas de la titular del Senado, Naidenoff planteó una cuestión de privilegio contra Cristina.
“Acá hay un estado de sospechas”, arrancó Naidenoff, lo que generó risas en la presidenta de la Cámara y murmullo en los integrantes del bloque oficialista, que cuestionaron el tono del representante de la UCR.
Naidenoff dijo que las sospechas eran sobre la conducción de la sesión y sobre el trabajo desarrollado por el jefe del interbloque oficialista Mayans, antes de expresar críticas hacia el Frente de Todos. A formoseño de la UCR le molestó que su comprovinciano no cumpliera las “reglas de juego”.
“En Labor Parlamentaria, el interbloque de Juntos por el Cambio se comprometió a dar tratamiento a los temas que están en la sesión, fundamentalmente la moratoria previsional, porque hay un senador del oficialismo que está con Covid-19. Entonces, lo que se acordó en Labor esta bancada lo cumple. Ahora, si tenemos un Presidente (de la Nación) que anda perdido por la vida y no sabe qué hacer para quedar bien con la presidenta de esta casa (Cristina)”, cuestionó Naidenoff.
En medio de un clima muy caldeado, el senador Guillermo Snopek, del Frente por Jujuy-Frente de Todos, se paró de su banca y a los gritos caminó hacia donde se sienta la oposición. “Respeten la constitución en Jujuy”, dijo Snopek.
Mayans y la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti le pidieron a Snopek que regresara a su banca. Tras hablarle con tono amenazante a los opositores, el jujeño retornó a sentarse, pero los gritos continuaron.
“Guillermito explícame ahora”, le respondió Naidenoff, señalando las afueras del recinto. “Me explicás allá tranquilo, no tengo problema”, insistió el formoseño. Ante esto, la presidenta del cuerpo intervino y pidió que se continuara con la sesión.
Luego, Mayans pidió la palabra y planteó que la oposición se dedicara a tratar los temas acordados en Labor y no especule con que al oficialismo le falta un senador para poder avanzar con los proyectos.