El secretario de DD.HH. del Centro de Excombatientes Islas Malvinas (Cecim) de La Plata, Ernesto Alonso, sostuvo que “deberían pasar al plano de los hechos” las declaraciones del embajador de los Estados Unidos, Mark Stanley, sobre que le “gustaría” que se inicie una negociación entre la Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
“Estaría bien que los dichos del embajador pasaran de las opiniones personales a los hechos. Estados Unidos debería plantear ante la comunidad internacional que se cumplan las resoluciones de las Naciones Unidas sobre Malvinas y que se plantee un diálogo”, señaló Alonso.
Durante una exposición en el Senado de la Nación, Stanley apuntó: “Boris Johnson, el otro día, parecía no tener interés en continuar las negociaciones cuando habló con el Presidente Fernández”. Con esa fuerte declaración expresó su posición sobre la soberanía nacional en las Islas Malvinas. Agregó que le encantaría, a título personal y no como portavoz del gobierno estadounidense, “ver una negociación entre las dos partes”.
Además, sostuvo que en los Estados Unidos “desesperadamente queremos una fuerte relación con la Argentina; asociarnos con ustedes y ayudar”, pero objetó “las restricciones al acceso de capital y los problemas con las importaciones y las exportaciones”.
Recordó que durante la presidencia de Mauricio Macri, el por entonces vicecanciller argentino en Inglaterra Carlos Foradori y su par del Reino Unido, Alan Duncan, trabajaban para “fortalecer la economía de Malvinas mientras continuaba a usurpación” por parte de Gran Bretaña.
Lo firmado por Foradori en 2016, refrendado por la entonces canciller Susana Malcorra y el propio Macri, implicaba en los hechos la derogación de las leyes argentinas que aplicaban sanciones (económicas) a las empresas que actúan ilegalmente en Malvinas autorizadas por el Gobierno británico en las actividades hidrocarburíferas y pesqueras.
Por estos motivos, Alonso consideró esencial para la política argentina sobre Malvinas el “fortalecer las acciones de control sobre nuestros recursos naturales” y también “mejorar los controles de nuestras aguas” territoriales.
Y concluyó: “Hay una manifestación orientada al interés propio de los Estados Unidos. Están requiriendo de lo que los argentinos tenemos y el mundo necesita. Hay que leerlo muy entre líneas. Claro que necesitan combustibles, y alimentos, por eso tenemos que fortalecer nuestras políticas de control sobre los recursos que tenemos”.