Los gobernadores de la región Norte Grande, que abarca a las provincias de Formosa, Chaco, La Rioja, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, Misiones, Jujuy, Corrientes y Salta, se reunieron el lunes a la noche en Formosa, en la 11ma. Asamblea Regional de esa región.
Estuvieron presentes en el encuentro el mandatario anfitrión, Gildo Insfrán y los gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz; de Corrientes, Gustavo Valdés; de Jujuy, Gerardo Morales; de La Rioja, Ricardo Quintela; de Tucumán Osvaldo Jaldo; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; de Chaco, Jorge Capitanich y de Catamarca, Raúl Jalil.
El Gobierno nacional envió al cónclave al jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, el tucumano Juan Manzur; al ministro del Interior, Eduardo “Uado” de Pedro; al ministro Desarrollo Productivo, Daniel Scioli; al ministro de Desarrollo Social, Juan Zavaleta y al ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens.
También estuvo presente, por vía digital, el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, que anunció que entre el 27 y el 30 de septiembre los gobernadores están invitados a una misión comercial en el país del norte.
A final de la reunión, los mandatarios emitieron un comunicado en el que manifestaron su “respaldo a la ejecución del gasoducto Néstor Kirchner”, que tiene como objetivo “lograr soberanía energética y producir un fuerte ahorro de divisas a nivelnacional”.
Por otra parte, afirmaron que “el abastecimiento de gas natural en todo el país” debe ser “una política central para garantizar las mismas oportunidades para todas las provincias y un federalismo real”.
En este sentido, solicitaron que se ejecuten las obras de conexión para algunas provincias, ya que consideraron de “máxima prioridad” que el gas llegue a los “parques industriales, comercios y redes domiciliarias”.
Es la política…
Formosa marcó, más allá del protocolo y la amplitud de la convocatoria, el tercer encuentro de la Liga de Gobernadores, de la que otrora fueron sus mentores, alternativamente, el gobernador de Santa Fe José María Vernet, que fue sucedido luego por el riojano Carlos Menem y, posteriormente éste por el sanjuanino José Luis Gioja.
En estos días, los convocantes de la Liga son Capitanich y el bonaerense Axel Kicillof, que organizaron la primera reunión en Chaco el 24 de junio último, cuando 17 gobernadores y representantes de gobiernos provinciales se reunieron para exigir que se eliminen las asimetrías para la distribución de los recursos.
En Formosa, algunos gobernadores cuestionaron cierta inacción del gobierno que encabeza Alberto Fernández, reclamaron por la falta de gasoil y dejaron entrever su disgusto porque no fueron consultados en la confección del nuevo gabinete, que por ahora quedó reducido sólo al reemplazo de Martín Guzmán, pero que no tardaría en ampliarse.
En la ocasión, Kicillof propuso que Jorge “Coqui” Capitanich reemplazara a Guzmán. El chaqueño además se mostró opositor al ingreso de Sergio Massa al gabinete, considerando que él mismo aspira a ocupar un rol en el ámbito nacional, como lo hizo cuando fue jefe del Gabinete de Ministros de la Nación entre 2013 y 2015 y antes, entre enero y mayo de 2002. Competencia feroz, se podría afirmar.
Otros reclamos de los gobernadores tuvieron que ver con la inacción del Gobierno nacional ante la crisis por la falta de gasoil y con la necesidad de que se descentralicen los planes sociales, que prefieren que queden en sus manos antes que en los de los piqueteros, que a menudo les cortan las calles y las rutas a ellos mismos, con disímiles consecuencias. Con el mazo dando, se podría decir.
La mayoría de los mandatarios provinciales peronistas se encuentran en estos tiempos dentro del armado que viene tejiendo muy silenciosamente la vicepresidenta de la Nación, que en una primera ronda de consultas concitó la adhesión de diez gobernadores. Ese número creció, ante la política de centrifugación del Frente de Todos que desarrolla el equipo del presidente, que amenaza con condenarlos al ostracismo.
La bronca fue tan grande que en un momento, algunos amagaron con redactar un comunicado en el que se planteaban eludir los buenos modales, para entrar a saco en una fuerte crítica contra el Gobierno nacional, que no les soluciona ningún problema y los enfrenta con sus propios comprovincianos.
La acción temperante de los más diplomáticos aminoró la animosidad y finalmente, los mandatarios se limitaron a mostrarse satisfechos con la designación de Batakis, a la que consideran casi como una de ellos, dada la relación que desarrollaron con la funcionaria, que era la titular de la Secretaría de Provincias del Ministerio del Interior.
