Finalmente, este jueves, los diputados porteños aprobaron la ley que crea un Registro para los cartoneros y uno análogo para sus clientes y eliminaron los cuestionados artículos dos y tres, que establecían "la emergencia en materia de higiene urbana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta el 31 de mayo de 2003" -el segundo- y la autorización al Poder Ejecutivo para "revisar las condiciones de los contratos de recolección formal de residuos sólidos urbanos".
Al eliminar estos dos controvertidos artículos, los diputados intentaron disipar las dudas que habían generado en el sentido de que le estaban facilitando al Gobierno porteño la prórroga de los contratos con las empresas recolectoras. Éstas recibieron ya -el 29 de diciembre último- el beneficio de la prórroga susodicha y el pliego de condiciones impide hacerlo más de una vez, y sólo "la emergencia en materia de higiene urbana" se lo hubiera permitido.
El festejo de los "cirujas" fue incontenible, ya que esta ley no tendrá una vigencia limitada, sino que los introducirá en el sistema en forma definitiva. Esto fue posible porque, al eliminarse la cláusula que daba por terminada la emergencia el 31 de mayo, ya la ley no tendrá vigencia temporaria.