El entorno del presidente Alberto Fernández trazó un operativo contención para “cuidar” al Presidente, que incluyó actos sin discurso ni prensa independiente.
Tras una semana de rumores de todo tipo, alimentados porque Fernández bajó notoriamente su perfil tras la renuncia de Martín Guzmán, que obligaron a la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, a ratificar en conferencia de prensa que “el presidente está en control del país”, la Casa Rosada decidió aislar todavía más al jefe de Estado.
En las recorridas que tenía previstas, se decidió que el mandatario no hablara con los medios de comunicación y que evitara discursos que pudieran generar más críticas.
Este miércoles, en General Rodríguez, se tomaron recaudos especiales y no hubo acceso a periodistas. En rigor, se hizo una excepción: desde el Gobierno convocaron sólo a la TV Pública, “por si el Presidente llega a querer a hablar”.
El canal estatal fue a cubrir la recorrida que encabezó con el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, y esperó señales de Presidencia que nunca llegaron: cuando se garantizó que no hubiera otros medios “infiltrados” que pudieran incomodar, y alguien esbozó la posibilidad de que el jefe de Estado hablara, el móvil ya se había ido.
“Son contactos de cercanía con la gente, como hizo el año pasado después de las PASO”, indicaron desde el entorno de la logística del Presidente.
El primer indicio de esto se vio el sábado, en el acto por el 9 de Julio en Tucumán. Allí en lo que fue toda una rareza por su afición por improvisar, Fernández leyó el discurso que había terminado de pulir con la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, una de las personas de su mayor confianza que se mantiene en el Gobierno y que en los últimos días tomó mayor protagonismo internamente.
Pero el fin de semana fue el propio Fernández quien enfocó contra los medios de comunicación. Utilizó para ello una supuesta noticia falsa denunciada por el dirigente español Pablo Iglesias. “Hoy ha quedado demostrado cómo se propalan noticias contra Pablo Iglesias para denostar a Podemos. Igual ocurre entre nosotros”, escribió en su Twitter. Y concluyó que “las noticias falsas difundidas por cierto periodismo para difamar, desanimar o perseguir dirigentes políticos, hieren profundamente a la democracia”.
Cerruti continuó la línea de Fernández este martes: en una amistosa entrevista con Nacional, la radio pública, acusó a los medios de “generar desánimo”, mentir y transmitir “discursos de odio”.
Hoy ha quedado demostrado cómo se propalan noticias contra Pablo Iglesias para denostar a Podemos. Igual ocurre entre nosotros.
Las noticias falsas difundidas por cierto periodismo para difamar, desanimar o perseguir dirigentes políticos, hieren profundamente a la democracia. https://t.co/FPYNIZVKnA
— Alberto Fernández (@alferdez) July 10, 2022