Luego de su nombramiento al frente del súper ministerio, una de las primeras llamadas que hizo Sergio Massa cuando se confirmó su designación, fue a los líderes cegetistas: alli pactaron una reunión para la semana próxima.
Massa y los sindicalistas tienen una antigua y sólida relación. De por sí, el cotitular de la CGT Carlos Acuña (estaciones de servicio) es dirigente del Frente Renovador, al igual que su esposa, Blanca Cantero, intendenta de Presidente Perón.
Héctor Daer (Sanidad), otro de los miembros del triunvirato cegetista, fue diputado nacional del partido de Massa hasta que dejó sus filas en 2017 para apoyar la candidatura de Florencio Randazzo y hoy es un albertista a ultranza.
Pablo Moyano, el restante cotitular de la CGT, es el que menos relación tiene con el sucesor de Batakis, pero sí hubo lazos sólidos con su hermano Facundo, ex diputado massista, y con su papá Hugo.
Comparto el Comunicado oficial de #CGT en relación a los cambios en el gabinete impulsados por el Gobierno Nacional. pic.twitter.com/geqY1ch4Br
— Héctor Daer (@hectordaer) July 28, 2022
En las listas de candidatos para las elecciones de 2015, cuando Massa era rival acérrimo de Cristina Kirchner, el Frente Renovador fue el partido que más lugares les dio a los dirigentes gremiales. Facundo Moyano lideró la nómina de diputados por la provincia de Buenos Aires.
Otros miembros del sindicalismo massista fueron el fallecido Alberto Roberti, titular de la Federación Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles, y los dirigentes de Comercio Rubén Ledesma, de Morón, y Orlando Machado, de Lanús-Avellaneda, entre otros.
Massa se convirtió en un socio silencioso de la CGT desde que en mayo pasado presionó públicamente a Martín Guzmán para que accediera a actualizar el piso del Impuesto a las Ganancias, que el ministro se resistía a instrumentar para no afectar el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El presidente de la Cámara de Diputados le envió una nota a Guzmán para que tomara esa decisión y la respuesta del titular de Economía fue que la medida era “obvia” y se estaba discutiendo desde marzo.
Eso sí: pese al respaldo, hasta ahora la central obrera tiene decidido hacer igual la marcha del 17 de agosto contra “la política” que también incluye entre sus destinatarios al Gobierno. Veremos si luego de la reunión con Massa continúan con la misma tesitura.