En la primera sesión en la Cámara de Senadores tras el receso, Cristina Kirchner reapareció el miércoles, en un marco de tensión donde se vieron plasmados el malhumor y las expresiones de irritación de la vicepresidenta.
Desde el comienzo de la sesión, al momento de los pedidos de homenaje y mociones de preferencia, la presidenta del Senado se mostró molesta en sucesivas oportunidades.
“Es lo que hay, lo que se leyó senador, es lo que hay”, replicó ante una inquietud de un colega, visiblemente irritada.
Posteriormente le dijo al secretario. “¿Corpacci? No figura acá”.
“Discúlpeme senadora pero no la habían incluido las autoridades administrativas y parlamentarias.. No sé, no sé…”, respondió mientras se escuchaba de fondo la protesta de Lucía Corpacci, senadora catarmarqueña del Frente de Todos.
“Ah, no sé”, sentenció Cristina Kirchner, pero finalmente cedió y le dio la palabra a la senadora.
Concluida una moción de preferencia de la senadora Carolina Losada, pidiendo por la designación de los conjueces de Rosario, intervino Anabel Fernández Sagasti, quien aclaró que los dictámenes están presentados en la Comisión de Acuerdo, las OD 242 y OD 267/22, y que “fue decisión de Juntos por el Cambio no tratar hoy las órdenes del día que tenían acuerdo”.
Lo anterior motivó la reacción de Guadalupe Tagliaferri, de Juntos por el Cambio, por lo que Cristina Kirchner le dio la palabra nuevamente a Fernández Sagasti y agregó. “Para una aclaración de la aclaración de la aclaración, tiene la palabra la senadora Fernández Sagasti”, expresó Cristina, dejando entrever nuevamente su malestar.
Con posterioridad increpó al senador Luis Naidenoff: “Miren, vamos a hacer una cosa, me había pedido la palabra el senador Naidenoff. Mire Naidenoff, si hay un orden que tiene un número, es porque tiene número y existe… no existen números de OD tal y no existir, es imposible en términos fácticos”, explicó la titular del Senado en otra de sus irónicas intervenciones.
Ante la respuesta de Naidenoff, que era inaudible en la transmisión televisiva porque no tenía el micrófono encendido, Cristina Kirchner respondió con tono de absoluta irritación: “No es magia, menos susceptibilidad, no es magia…simplemente por ahí estuvieron distraídos en el despacho, no se dieron cuenta que les había llegado, y punto… no puede hacerse toda una cuestión a partir de una cuestión de esta naturaleza”, protestó.
Luego de los enfrentamientos verbales, Cristina Kirchner se retiró del recinto y su lugar fue ocupado por la presidenta provisional, Claudia Ledesma Abdala.