El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este miércoles la movilización de 300.000 reservistas del ejército para apoyar las operaciones militares que mantiene en Ucrania.
“Considero necesario apoyar la propuesta del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor General para realizar una movilización parcial en la Federación Rusa”, dijo Putin durante un discurso televisado a la nación.
Esta “movilización parcial”, según el mandatario ruso, es producto de la necesidad de defender la soberanía y la integridad territorial del país.
De acuerdo con lo señalado por el propio Putin y por su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, solo llamarán a los reservistas que hayan cumplido con el servicio militar obligatorio.
Esta es la primera medida importante en cuestiones militares que toma Moscú tras los recientes avances que ha logrado la contraofensiva ucraniana desde que Rusia decidiera invadir este país a principios de febrero.
Los reservistas y la convocatoria
El ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, anunció poco después que “se llamará a filas a 300.000 reservistas” para reforzar a las tropas rusas en Ucrania y agregó que esto sólo representa una pequeña parte del número de personas movilizables en el país.
“Nuestras pérdidas hasta la fecha son de 5.937 muertos”, dijo Shoigu, reconociendo una cifra de bajas muy inferior a las estimaciones ucranianas y occidentales. Y subrayó la idea de Putin de que Rusia “no lucha tanto contra Ucrania como contra Occidente” en el país vecino.
Shoigu, por su parte, afirmó que en el lado ucraniano han fallecido y resultado heridos “más de 100.000” soldados. Y sostuvo que 61.207 militares de una fuerza inicial de 201.000 ó 202.000 cayeron en combate y 49.368 resultaron heridos.
“Esto es la mitad del Ejército. Por eso ya están en la cuarta ola de movilización, se han movilizado casi 300.000 soldados”, dijo.
“Chantaje nuclear”
El presidente ruso acusó a Occidente de utilizar a Ucrania como un instrumento para atacar a Rusia.
El objetivo de Occidente es “debilitar, dividir y destruir finalmente a nuestro país”, dijo e insistió en que “ellos (los occidentales) dicen abiertamente que en 1991 pudieron desmembrar la Unión Soviética y que ahora ha llegado el turno de Rusia”.
Y aseguró: “Se trata no solo de los ataques alentados por Occidente contra la central nuclear de Zaporiyia, que pueden provocar una catástrofe atómica, sino también de declaraciones de alto cargos de la OTAN acerca de la posibilidad en emplear contra Rusia armas de destrucción masiva”.
Referendos para unirse a Rusia
Los prorrusos ucranianos, desde las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk a los territorios parcialmente ocupados de Jersón y Zaporiyia, convocaron el martes referendos de integración con Rusia para contrarrestar la contraofensiva ucraniana que ha puesto en entredicho el éxito de la campaña militar rusa.
En Donetsk, el líder separatista, Denís Pushilin, se dirigió por carta al presidente ruso, Vladimir Putin: «Le pido que estudie lo antes posible, en caso de que el resultado del referendo sea positivo, de lo que no dudamos, el asunto del ingreso de la República Popular de Donetsk en Rusia».
«¿Está usted a favor del ingreso de la república popular de Lugansk [o Donetsk] en Rusia en calidad de sujeto de la Federación Rusa?», es la pregunta que tendrán que responder los participantes en la consulta.
«El sufrido pueblo del Dombás se merece ser parte de un Gran País que siempre consideró su Patria. Este acontecimiento [el referendo] restablecerá la justicia histórica, cuya llegada ansían millones de rusos», añadió Pushilin en su carta.
Le secundaron sus contrapartes de las administraciones civiles y militares prorrusas de las regiones de Jersón y Zaporiyia.
Las autoridades separatistas explicaron que la consulta se extenderá durante cinco días —del 23 al 27 de septiembre— con el fin de garantizar las mejores condiciones para votantes, miembros de comisiones electorales, observadores y periodistas.
Los separatistas subrayan que una mayoría de habitantes del Dombás y de los territorios ocupados votarán a favor del ingreso en la Federación Rusa, lo que niega Kiev, quien adelantó que los plebiscitos serán fraudulentos, ya que Moscú no ha logrado registrar suficiente número de votantes.